ABC (Castilla y León)

«Creo que en este país nos ha faltado creer en nosotros»

La firma culmina un año lleno de premios, en el que ha sido elegida como la mejor bodega del mundo

- Presidente de Marqués de Murrieta Estates & Wines CARLOS MANSO CHICOTE MADRID

El año que está a punto de terminar quedará grabado para el grupo bodeguero Marqués de Murrieta Estates & Wines, que dirige desde hace 25 años Vicente Dalmau Cebrián–Sagarriga, décimo conde de Creixell con su hermana Cristina, tras el abrupto fallecimie­nto de su padre. A los 170 años que cumple en 2022, la bodega fue creada en 1852 por Luciano Murrieta, se suma el premio a la mejor bodega del mundo en los Best Of que conceden los Great Wine Capitals. Además el de primera bodega española que entra en el top 10 de la prestigios­a guía ‘The Wine Advocate’ y el reconocimi­ento como mejor enóloga del mundo para su directora técnica, María Vargas. Con Vicente Dalmau hablamos del brillante presente y futuro de la bodega, de caldos:

—Marqués de Murrieta celebra este año su 170 aniversari­o. ¿Qué actos están organizand­o para destacar esta efeméride?

—Somos un proyecto que se fundó en 1852, el primero de lo que hoy se conoce como ‘Nueva Era’ de la Rioja, que es criar los vinos en barrica. Estas técnicas las trajo don Luciano de Murrieta desde Francia, al lugar donde trabajaba que pertenecía al ayudante del general Espartero, y donde aplicó toda su experienci­a aprendida en Burdeos para empezar con los nuevos vinos. Luego los primeros vinos se mandaron en 1850-1851 a países de Suramérica, a Cuba y México. Tras recibir muy buenas noticias de estos países, no solo se fija el concepto de que el vino había podido viajar, sino mantener su calidad. Hoy cumplimos 170 años de aquel momento y hemos querido unirlo con la inauguraci­ón de la nueva bodega productiva de Marqués de Murrieta. Llevamos siete años en un profundo proceso de inversione­s y desarrollo de este proyecto.

—¿Cómo han logrado ese maridaje entre tradición y modernidad?

—En el mundo del vino no creo que puedas crear algo sin el largo plazo. Los grandes vinos del mundo se unen siempre al largo plazo, necesitas siempre un viñedo con años, sabio, experiment­ado... Además de un proceso formativo en una barrica, en un depósito de hormigón, en una botella... Cuando vas cumpliendo todos esos plazos, resulta que lo has hecho con la máxima búsqueda de la excelencia, y el resultado es positivo. En esa fórmula, que para mí es la mágica. Le he metido también un ingredient­e que es fundamenta­l: creer en lo que estás haciendo. Creo que a este país nos ha faltado, a veces, dosis de creer en nosotros.

—Además, este es un año en el que les han llovido los premios... Incluso ha recibido la Cruz de la Orden del Dos de Mayo de la mano de la presidente madrileña Díaz Ayuso. —No me pude imaginar nunca que podía alcanzar esto. Han sido muchos años y no ha sido un trabajo solitario: la figura de mi hermana Cristina ha sido fundamenta­l, la de María Vargas la directora técnica y un equipo de personas que está en nuestra bodega de Galicia (’Pazo de Barrantes’), en Rioja (’Marqués de Murrieta’) y en nuestras oficinas de Madrid. Son casi 75 personas, que han alimentado un proyecto que hoy ya está en 104 países del mundo. El 70% de nuestra producción va fuera de España y nos es muy difícil equilibrar la oferta con la demanda, por lo que hemos tenido que acometer un proyecto de cupos cerrados.

—Tras 25 años al timón, ¿cómo ha cambiado el mundo del vino? ¿Se han quitado los caldos españoles su tradiciona­l complejo?

—Nunca ha habido un problema cualitativ­o en los vinos de España. El vino español refleja la grandeza de este país y está siempre a la altura del vino italiano y del francés. Lo que no hemos sabido hacer como ellos es vender con confianza, creyendo en nosotros mismos. Está claro que el futuro es de España, porque la calidad ya está y lo único es que los precios se tienen que adecuar a las calidades internacio­nales.

—¿Cuáles son los retos de futuro que se plantean en Marqués de Murrieta?

—Hay que mantenerse allí arriba y seguir generando metas poco a poco. Toda la profunda inversión que hemos hecho en el área productiva en Rioja, la trasladamo­s ahora a Galicia. Se amplía también otro proyecto, al que le hemos dedicado mucha inversión, que es el enoturismo, con un pequeño hotel dentro de nuestras instalacio­nes, para albergar a las casi 15.000 personas que se desplazan a conocer nuestra bodega en Rioja.

—Tengo que preguntarl­e por ‘Viñedos de Álava’, la reciente escisión en el seno de la Denominaci­ón Calificada Rioja...

«Tengo una profunda tristeza, por ver que una marca consolidad­a como la Rioja se vea dividida por un factor político»

—Tengo una profunda tristeza por ver que una marca consolidad­a, con tanta historia como la Rioja, se vea dividida por un factor político. Todo lo que sea debilitar y fragmentar, no creo que tenga ningún sentido y máxime cuando no hay ninguna razón.

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// ISABEL PERMUY Vicente Dalmau Cebrián, presidente de Marqués de Murrieta

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