Toques con historia para comunicar
La Asociación de Campaneros de Burgos pretende poner en marcha un toque manual, declarado Patrimonio de la Unesco
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Un proyecto europeo, el esfuerzo de la Diputación de Burgos y la contribución de la Asociación de Campaneros contribuyen a revitalizar el sonido de las campanas tocadas a mano, que durante siglos fue el principal medio de comunicación, sobre todo en los pueblos, y recientemente ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
El último paso visible –y audible– ha sido una demostración en Las Quintanillas, cerca de la capital burgalesa. Es precisamente en esa localidad donde la Asociación de Campaneros de Burgos pretende poner en marcha un centro de interpretación de las campanas. Chema Saiz, jefe del Servicio de Cultura de la Diputación de Burgos recuerda que esta institución fue pionera en la recuperación de los toques de campanas. Cuando aún había poco interés y quedaban muchas de las personas que conocían los toques tradicionales, que se iban haciendo mayores, en 1990, comenzó a celebrarse un concurso provincial de campaneros que se mantuvo durante quince ediciones. Entonces se consideró agotado el modelo, pero hace dos años se retomó el compromiso con el toque manual de las campanas con un proyecto financiado con fondos europeos que terminará a principios de 2023. Aunque la institución provincial ya se ha comprometido en seguir trabajando independientemente de que lleguen o no más fondos.
El objetivo principal es digitalizar el fondo sonoro de los concursos de campaneros, extraer una muestra de toques y sus variaciones comarcales, así como elaborar una serie de documentales
con las vivencias de los campaneros. Todo este trabajo se plasmará en una página web.
Inventariar y proteger
De forma paralela, se está elaborando un proyecto piloto con el que se pretenden inventariar los campanarios y las campanas para diseñar algún tipo de protocolo de protección porque «en muchos pueblos se mecanizaron durante las tres o cuatro últimas décadas y no siempre se hizo de manera adecuada». Además, la Asociación de Campaneros está formando a jóvenes para que no se pierda esta tradición. Chema Saiz recuerda que el toque de las campanas
era el principal medio de comunicación y marcaba los tiempos en los pueblos: advertían de tormentas, como el ‘tente nublo’; de incendios, como el de ‘a rebato’; de las fiestas; e incluso de los fallecimientos.
Reconoce que en el entorno de Valencia se ha conservado mejor la tradición campanera y fue, precisamente, de esa comunidad de donde partió la solicitud a la Unesco para que se declarara Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Sin embargo, en Castilla y León también lleva tiempo revitalizándose, en parte de la mano de asociaciones de campaneros como las que hay en Burgos, León, Salamanca o Zamora.