Esperando a Powell
Las declaraciones del presidente de la Reserva Federal la semana pasada cayeron como agua de mayo en los mercados. La verdad es que Powell se ha agarrado a los primeros datos que pasaban por ahí para suavizar el mensaje, lo que en sí mismo es muy revelador. A pesar del tono más o menos agresivo de las ultimas fechas para, sobre todo, tratar de embridar las expectativas de los precios, las autoridades monetarias son conscientes de los riesgos de pasarse de frenada y más en un entorno de alto endeudamiento del sector público. En cualquier caso, y aunque sea más tarde de lo esperado, los precios están dando señales de que se están controlando.
La naturaleza del problema es distinto en Estados Unidos y Europa, por lo que la magnitud de la respuesta también lo va a ser. De hecho, las fuertes y muy rápidas subidas por parte de la Fed con mucha seguridad van a pasar factura a la economía americana. En cambio, el peaje de la europea probablemente sea menos.
Así las cosas, se sigue cumpliendo el guion no escrito. A la inevitable moderación de los precios le está siguiendo, incluso más rápido de lo esperado, un cambio de tono por parte de los bancos centrales mientras que las dudas en el frente económico se empiezan a disipar. Con estos mimbres, al mercado le toca hacerse la composición de lugar y actuar en consecuencia, que es lo que lleva haciendo estas últimas semanas, en los que los tipos de interés se están asentando, el euro ha tenido su mayor revalorización mensual en doce años y las bolsas han seguido recuperando. ¡Que siga así la cosa!