Hallan tres sobres más con ojos de animales para diplomáticos ucranianos en España
Iban dirigidos a los consulados de Málaga y Barcelona, y a la Embajada en Madrid
La Policía Nacional volvió a interceptar ayer un nuevo envío de sobres con ojos de animales que estaban dirigidos a oficinas diplomáticas de Ucrania en España. En esta ocasión, además de uno destinado a la Embajada del país invadido por Rusia, también se detectaron otros dos envíos en el consulado general de Ucrania en Barcelona, así como en el de Málaga, según informaron fuentes policiales.
Estos tres sobres fueron detectados por los sistemas de seguridad de Correos. La Policía descartó en primera lugar la presencia de sustancias explosivas o deflagrantes, comprobando que lo que contenían era, nuevamente, ojos de animales.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko, confirmó la incautación de los sobres, cuantificando en 21 los casos en los que se han mandado este tipo de amenazas a oficinas diplomáticas en hasta doce países distintos.
En este sentido, Nikolenko señaló que los diplomáticos ucranianos no deben ser intimidados ni quebrantados ante estas amenazas. «Seguiremos trabajando con eficacia para proteger a Ucrania del enemigo y por nuestra victoria», declaró. Asimismo, su colega, el ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, sigue culpando a Rusia de las amenazas con cartas explosivas en España pese a que el Kremlin se haya desligado públicamente de ellas.
21 paquetes en doce países
La semana pasada ya se localizaron cartas con partes de animales ensangrentadas y aplastadas en la Embajada de Ucrania en Madrid y en otras oficinas diplomáticas de España. El hecho de que su franqueo no fuera español, unido a sus características, hizo pensar que estaban relacionados con los envíos interceptados en otras legaciones y sedes consulares de países de Europa como Ucrania en Hungría, Países Bajos, Polonia, Croacia, Italia y Austria.
Todo comenzó el pasado 24 de noviembre con una primera carta detectada en La Moncloa. Iba dirigida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contenía material pirotécnico y fue neutralizada por los servicios de seguridad de Presidencia del Gobierno. Sin embargo, no fue hasta una semana después que este hecho salió a la luz. Lo hizo tras la explosión de una segunda carta en la Embajada de Ucrania en Madrid el 30 de noviembre, mientras uno de los trabajadores la manipulaba. Llegó por correo ordinario dirigida al embajador, Serhii Pohoreltsev, y no había pasado por el escáner de seguridad.
A esta carta, le sucedieron cuatro más en apenas 24 horas. El tercer sobre llegó a la empresa de armamento Instalaza, con sede en Zaragoza, que es la fabricante de los lanzacohetes que envió el Gobierno al Ejército ucraniano. El cuarto paquete sospechoso se detectó en la madrugada del 1 de diciembre en la base aérea militar de Torrejón de Ardoz en Madrid al pasarla por el escáner de los equipos de seguridad e iba destinada al Centro de Satélites. Ese mismo día también fueron interceptadas una quinta y una sexta cartas, en el Ministerio de Defensa y la Embajada de Estados Unidos en Madrid, respectivamente.
La Audiencia Nacional, encargada de la investigación, apuntó desde un principio que «eran todas iguales» y más tarde, se descubrió que contenían pólvora y metralla. El material pirotécnico utilizado, el montaje de los artefactos y la grafía de los envíos coincidía, por lo que la Policía comenzó a sospechar que había una única autoría.
Finalmente, el viernes pasado la Comisaría General de Información remitió un escrito al juzgado en el que apuntaban a que todas fueron confeccionadas por un mismo autor y se habrían enviado desde un punto no identificado de la provincia de Valladolid.