Rusia acusa a Ucrania del ataque con drones contra dos bases aéreas
Varias explosiones registradas ayer en las bases aéreas de las ciudades rusas de Riazán y Sarátov, a 200 y 860 kilómetros de Moscú, respectivamente, causaron tres muertos y dejaron varios heridos, según informó la agencia TASS. Aunque al cierre de esta edición nadie había reivindicado formalmente la autoría del ataque, un asesor del Ministerio del Interior ucraniano, Anton Gerashchenko, dijo que los bombardeos se habían llevado a cabo con «drones baratos», sugiriendo la posibilidad de que Kiev estuviera detrás de los mismos.
«Otro mito sobre ‘el segundo Ejército del mundo’ [en referencia al ruso] ha sido roto. Un aeródromo con bombarderos estratégicos que pueden portar armas nucleares ha sido atacado con drones baratos. ¿Qué hace la defensa antiaérea rusa?», se preguntaba ayer Gerashchenko en su perfil de Twitter, con una ambigüedad que parecía dar a entender que detrás de los hechos había un sabotaje similar al que derribó en octubre el puente de Kerch, que une Crimea con Rusia.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia culpó ayer a los ucranianos de los ataques, confirmó que tres soldados habían muerto y dos aviones habían resultado levemente dañados y explicó que se habían interceptado drones en los alrededores de ambos aeródromos. «El régimen de Kiev intentó efectuar bombardeos con drones de diseño soviético contra la base aérea de Diaguilevo, en la región de Riazan, y la de Enguels, en
la región de Saratov», señaló el Ministerio a través de un comunicado.
Como ocurre a menudo, las acciones de Kiev destinadas a boicotear a los invasores obtienen una violenta respuesta por parte del Kremlin.
Después de las explosiones en las bases de Sarátov y Riazán, el Ejército ruso lanzó ayer una nueva oleada de ataques contra Ucrania, aunque el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció que sus defensas antiaéreas habían sido capaces de interceptar la mayoría de los misiles dirigidos contra su país. En ese sentido, el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, pidió a los ciudadanos de la capital que buscaran refugio y comunicó que muchos lo habían encontrado en los metros.
También se registraron bombardeos en la región de Zaporiyia, donde al menos dos personas murieron y varios bloques de viviendas fueron reducidos a escombros, y en Odesa, Cherkasi, Járkov, Dnipropetrovsk y Poltava.