Shell responderá ante los tribunales británicos por los vertidos en Nigeria
14.000 personas del delta del Níger culpan a la petrolera de la devastación de la zona
Casi 14.000 personas de las comunidades de Ogale y Bille, en el delta del Níger, han llevado ante la Justicia a la británica Shell por los vertidos de petróleo que, denuncian, han contaminado sus aguas y destruido su forma de vivir, ya que uno de los poblados es agrícola y el otro, pesquero. En concreto, quieren que los jueces obliguen a la compañía no solo a una compensación económica, sino además a limpiar toda el área que, en sus palabras, ha sido devastada durante años.
Y aunque la petrolera está preparándose para abandonar el país tras más de ocho décadas de operaciones que siempre han estado salpicadas de polémica, el ‘gigante’ asegura que no puede hacerse responsable de las acciones de su filial nigeriana Shell Petroleum Development Company of Nigeria (SPDC), que opera 6.000 kilómetros de oleoductos y más de 1.000 pozos; que los vertidos se produjeron años atrás y, además, aseguran, fueron provocados por el asalto a sus oleoductos por parte de bandas organizadas.
Conocían el daño ambiental
Pero las comunidades reclaman que tanto la matriz como la filial estaban al tanto de estos derrames, que han contaminado ríos, arroyos, pozos, manglares y tierras de cultivo, y denuncian que, sumado al daño medioambiental, está el daño a la salud, que incluso ha aumentado la tasa de mortalidad en la zona. Esta es la conclusión de un estudio de la Universidad suiza de St. Gallen, que dice que se producen 11.000 muertes prematuras al año en el delta del Níger y que detalla que los bebés de la región tienen el doble de probabilidades de morir en su primer mes de vida si sus madres viven cerca de un derrame de petróleo.
«La gran mayoría de los derrames relacionados con los reclamos de Bille y Ogale fueron causados por la interferencia ilegal de terceros, incluido el sabotaje de oleoductos, el abastecimiento ilegal de combustible y otras formas de robo de petróleo», manifestó por su parte un portavoz de la empresa, que agregó que «la refinación ilegal de petróleo crudo robado también ocurre a gran escala en estas áreas y es una fuente importante de contaminación por petróleo».
«Este caso plantea preguntas importantes sobre las responsabilidades de las compañías de petróleo y gas. Parece que Shell está tratando de salir del delta del Níger, libre de cualquier obligación legal para abordar la devastación ambiental causada por los derrames de petróleo de su infraestructura durante muchas décadas», explicó por su parte en declaraciones recogidas por el diario The Guardian Daniel Leader, abogado especialista en derechos humanos y derecho medioambiental, que forma parte del bufete Leigh Day y representa a los denunciantes.
«En un momento en que el mundo está centrado en la transición justa, esto plantea profundas preguntas sobre la responsabilidad de las empresas de combustibles fósiles por la contaminación ambiental heredada y continua», puntualizó.
Destruido su medio de vida
«Casi 14.000 ciudadanos de las comunidades de Ogale y Bille, en el delta del Níger, han presentado reclamaciones contra Shell pidiendo que la empresa limpie los vertidos de petróleo que, según afirman, han destruido sus medios de vida, envenenado sus pozos y contaminado sus tierras y su agua, lo que significa que ya no pueden cultivar ni pescar», declaró Mark Dummett, director de Empresas y Derechos Humanos de Amnistía Internacional.
La directora de Amnistía Internacional en el país africano denunció que «resulta difícil imaginar que, si este nivel de contaminación se hubiera producido en Europa o Norteamérica, no hubiera habido consecuencias rápidas y severas y reparaciones judiciales». Por lo que manifestó, al igual que otras organizaciones, Shell debe limpiar la contaminación que el petróleo ha causado en estas comunidades e indemnizar a quienes han visto devastados sus medios de vida y cuya salud ha sufrido daños.