Asaja denuncia las «lindezas» del Gobierno sobre el lobo y exige que Ribera dimita
Quiñones acusa al Ejecutivo de enviar un informe «erróneo» a Europa para mantener la protección del cánido
Nuevo paso del Ejecutivo contra los intereses de los ganaderos de Castilla y León y frente a la opinión que mantiene la Junta respecto al eterno problema del lobo con también nueva respuesta contundente de ambos. De esta manera, el presidente de Asaja Castilla y León, Donaciado Dujo, pidió directamente el cese de la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, después de que España «haya sido uno de los doce países que ha mandado una carta a la Comisión Europea para que mantenga la protección al máximo del lobo y en la que dicen lindezas como que es inevitable los daños que provoca el lobo en nuestra cabaña ganadera». Dujo insistió en que su organización se apoya que el cánido sea especie cazable no solo al norte del Duero —como sucedía hasta hace unos meses– sino en todo el país» porque «produce muerte y sufrimiento» ante lo que concluyó que lo que es «evitable» es «tener una ministra tan catastrófica como ésta».
Sobre la misiva enviada desde el Gobierno y en la que se rechaza la resolución del Parlamento Europeo que aboga por cambiar el estatus de sobreprotección del que hoy disfruta el lobo también se pronunció el consejero de Medio Ambiente de la Junta,
Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien defendió una vez más que la población de manadas está en «una amplia y rápida expansión» y acusó al Gobierno central de remitir a la Comisión Europea información «errónea» al asegurar que esa población está en «regresión».
Desde Villafáfila (Zamora), indicó que las cuatro comunidades del noroeste de España Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León están trabajando en un censo de la población del lobo que será remitido a la Comisión Europea ya que los datos que se tienen «no coinciden con los que ha remitido el Gobierno de España, una información errónea con la que tratan de cubrir lo que ha hecho» y que es, según Suárez-Quiñones, impedir que las comunidades puedan gestionar esta especie en favor de los ganadores y del medio rural.
«Desde la moqueta»
«Lo que pasa que cuando se gobierna desde la moqueta, desde la Moncloa y desde la Castellana no se ven las cosas», denunció el consejero, quien consideró que si se conociese el territorio y se hablase con los ganaderos y con los alcaldes y se estuviera «en contacto con la realidad, no haría falta un censo, porque el incremento es notable».
Sobre los países que apoyan a España, explicó que son los estados «que no tienen problemas con el lobo» manteniendo que se trata de la misma situación que se dió en España cuando se incluyó al lobo en el Lespre (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial) gracias al respaldo de comunidades sin este animal, como Canarias o Baleares.