Un aborigen destronará a Carlos III de los billetes australianos
Para sustituir a Isabel II, el Banco de la Reserva de Australia ha decidido «rendir homenaje a la cultura y la historia» de los indígenas del país
El pasado diciembre, el Banco de Inglaterra presentó el nuevo aspecto de los billetes de libras esterlinas con la imagen del Rey Carlos III, que estará en el anverso y en el recuadro de seguridad transparente. Y aunque los nuevos billetes solo se imprimirán para reemplazar a los que están gastados o en caso de que sea necesario poner más moneda a circular, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, manifestó sentirse «orgulloso» del nuevo diseño.
Algo parecido tendría que haber sucedido, en teoría, en Australia, donde hasta ahora en el billete de cinco dólares australianos aparecía la imagen de la Reina Isabel II, que falleció el 8 de septiembre. Este es, de hecho, el único billete de ese país en el que aparecía la imagen de un monarca de Inglaterra, que también es jefe de Estado de Australia y de otros miembros de la Commonwealth.
Pero el Banco de la Reserva de Australia, el banco central del país, anunció que en lugar del nuevo soberano, Carlos III, la futura imagen será la de un aborigen, para «rendir homenaje a la cultura y la historia» de los indígenas australianos. Así lo informó la institución en un comunicado en el que detalló que «esta decisión de la Junta del Banco de la Reserva sigue a una consulta con el Gobierno australiano, que apoya este cambio», que, no obstante, no será inmediato. «El nuevo billete tardará varios años en diseñarse e imprimirse. Mientras tanto, se seguirá emitiendo el billete actual de cinco dólares», explicaron las autoridades, que puntualizaron que «podrá utilizarse incluso después de que se emita el nuevo billete».
Ya en septiembre, cuando murió Isabel II, el banco había declarado que Carlos III no necesariamente reemplazaría a su madre y que las figuras relacionadas con Australia podrían ser más utilizadas, una decisión que coincide con las esfuerzos hechos en los últimos años por reconocer la historia del país más allá de la influencia británica y que incluso llevó a cambiar una parte del himno nacional en la que se decía que la nación era «joven», una afirmación que no coincide con un lugar que ha estado habitado desde hace miles de años.
El anuncio, que llega tres meses antes del gran evento de coronación del monarca, el próximo 6 de mayo, fue aplaudido en algunos sectores. Lidia Thorpe, senadora de los Verdes en el país, manifestó que «esta es una gran victoria para las bases» así como para «las personas de las Primeras Naciones que han estado luchando para descolonizar este país». Thorpe forma parte de la comunidad DjabWurrung Gunnai Gunditjmara, la población aborigen del suroeste de Victoria.
Hay quienes ven en esta decisión una prueba más de que la Commonwealth corre el riesgo de perder más estados que finalmente decidan ser repúblicas o, al menos, que es la evidencia de que la discusión sobre la influencia británica y en concreto de la monarquía está sobre la mesa ahora que la Reina más longeva, que estuvo en el trono durante 70 años, ya no está. Por ejemplo, los partidarios del Movimiento Republicano Australiano vieron en la muerte de la monarca una nueva oportunidad para luchar por su causa. En todo caso, la última vez que los australianos opinaron al respecto en una consulta oficial fue en un referéndum en 1999, cuando la mayoría decidió seguir teniendo a la Reina como jefa de Estado.
Un futuro negro Hay quienes ven en esta decisión una prueba de que la Commonwealth corre el riesgo de perder más estados