Sánchez elogia a De la Rosa pero obvia sus demandas para Burgos
Tudanca augura que Castilla y León «será la primera en echar a la extrema derecha»
Era el protagonista del acto, con el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, como ‘estrella’ invitada. Y con Daniel de la Rosa todos sus compañeros se deshicieron en elogios. Desde la secretaria provincial del PSOE, Esther Peña; al líder autonómico del partido, el también burgalés Luis Tudanca, y el propio Sánchez. Pero más allá de los parabienes y la confianza expresada por los suyos en un acto de precampaña de que el 28 de mayo volverá a revalidar la mayoría y seguirá como alcalde de la capital del Cid, lo cierto es que el regidor salió de las ruinas del Monasterio de San Juan sin un compromiso con dos de las principales reivindicaciones que él sí que no se olvidó de expresar ante su jefe de filas: la recuperación del tren directo Madrid-Aranda de Duero-Burgos y la inclusión en el Corredor Atlántico –pidió ser centro logístico base–. «Soy el alcalde de todos los burgaleses, también de los que están pitando ahí fuera», defendía el regidor mientras de fondo se escuchaban los silbidos de unos 200 concentrados reclamando ambas infraestructuras, a las que también hicieron referencia Peña y Tudanca.
Pero nada concreto en ese sentido del presidente, que dedicó la mayor parte de su discurso a presumir en primera persona de los logros de su Gobierno y cargar contra el PP y Vox. Eso sí, casi nada más empezar hizo un guiño a De la Rosa: avanzó que en la Convención que celebrarán el fin de semana en Valencia presentarán su iniciativa para «exportar a toda España» la apuesta de Burgos de disponer de los servicios a un máximo de 15 minutos. «Daniel no sólo es el alcalde de quienes votan al PSOE, sino de todos los burgaleses», resaltó el presidente sobre su regidor y de nuevo candidato, uno de los dos –junto a la de Segovia, Clara Martín– a los que ha acudido a apoyar en esta precampaña y cuya permanencia en el sillón las encuestas ponen en entredicho. Eso sí, el anuncio quedó algo deslucido pues lo concretó justo después de ser interrumpido por varias personas que, al igual que ocurriera el lunes en Segovia, afearon a Sánchez su cambio de postura sobre el Sáhara.
Valoró el «trabajo de este extraordinario alcalde» en Burgos para que sea una de las capitales con menor tasa de paro, «poco más del seis por ciento». «En esta campaña, ya veo que algún ruido vamos a tener», dejó caer Sánchez en un punto de su intervención.
Con constantes referencias durante el acto al gobierno de coalición de PP y Vox en Castilla y León. Al que Tudanca definió como un «experimento, pasarela de la moda de la extrema derecha», además de mostrarse convencido de que la Comunidad «será la primera de la resistencia, que hará doblar la rodilla y echar a la extrema derecha de las instituciones».