Los agricultores piden ayudas: «O llueve en quince días o tenemos un desastre absoluto»
Las opas reclaman hasta 25.000 euros para paliar el aumento de costes y la sequía
Las organizaciones agrarias no ocultan su alarma ante los efectos de las oscilaciones de temperatura que se registraron entre los días y noches de esta pasada Semana Santa, en combinación con un marzo y medio abril sin apenas precipitaciones. «O llueve en quince días o tenemos un desastre absoluto», advirtió ayer el coordinador regional de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL), Jesús Manuel González Palacín, que explicó que «la sequía y las heladas de los últimos días se han llevado las expectativas de una cosecha que estaba bien planteada, pero que ya pasa una factura de un 60% de pérdidas sobre un año normal». Si las nubes siguen sin descargar, en apenas diez o quince días los daños «generalizados» podrían incrementarse al menos otro diez por ciento, aseguran. En la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) coinciden en el análisis, con los cultivos de secano «prácticamente sentenciados en la mitad sur» y «agonizando» en la norte. Será «definitivo» lo que se haga en poco más de una semana. «Si las lluvias no llegan en estos días, la situación se tornará irreversible», avisaron mediante un comunicado.
Por ello, UPA manifestó su intención de acudir a la Mesa de la Sequía –el próximo 19 de abril– con peticiones como la de un plan de apoyo urgente tanto para agricultores como para ganaderos afectados. En el mismo sentido, González Palacín pidió «medidas urgentísimas» y propuso ayudas directas de hasta 25.000 euros por agricultor a título principal para capear tanto el aumento de costes de producción como la merma de la cosecha. En rueda de prensa, respaldaron a este último los presidentes de UCCL en Segovia, Ávila y Valladolid, César Acebes, Francisco Robledo y Valentín García Fraile, respectivamente, que reclamaron también préstamos y exenciones de la seguridad social para enfrentar la subida de precios y los estragos de la meteorología. «Hemos adelantado mucho dinero en gasoil o fertilizantes y no sabemos lo que vamos a producir», lamentaron. La colza, la veza y las cebadas se cuentan entre los cultivos en mayor peligro, lo que pone en jaque también los forrajes y, en consecuencia, a todo el sector.
«Exigencias absurdas»
Por ello, UCCL también exigió un «acuerdo de Comunidad» que se pueda elevar a las conferencias sectoriales nacionales y europeas para revisar «cuanto antes» las «exigencias medioambientales absurdas» que plantea la PAC actual, que la opa señaló como poco eficientes tanto en lo económico como en lo ecológico. Entre ellas, apuntó las prohibiciones sobre tirar purines o recoger vezas durante los meses de verano, algo que se suma a la «deuda histórica» en infraestructuras de regadío, que podría dificultar las cosas en unos meses. «El Gobierno tiene que ser capaz de decir en Europa que las medidas de los países del norte nada tienen que ver con las de los del sur», indicó García Fraile.