Las heladas tardías y el granizo se suman a los daños de la sequía
A los daños de la sequía que está marcando este 2023 y que se suma a la escasez de precipitaciones del pasado ejercicio, las heladas tardías y el pedrisco añaden daños a campo tocado. Si bien la falta de agua se deja notar en mayor o menor medida en toda Castilla y León, los efectos de la inestabilidad meteorológica de las últimas semanas están más localizados. Aún así, según un primer cálculo de Agroseguro,
son amplios. Más de 20.000 hectáreas de cereales de invierno y leguminosas se vieron afectadas por el granizo que descargó a finales de abril, tocando sobre todo a la provincia de Burgos, así como a explotaciones de la zona limítrofe entre Valladolid y Zamora y en la de Soria lindando con Calatayud (Zaragoza). Por si fueran pocos los daños, en el arranque de mayo, otra serie de tormentas que descargaron en forma sólida ‘apedrearon’ cultivos de herbáceos y remolacha en varios puntos dispersos de León.
Avanzado mayo, las heladas tardías del 16 y 17 con temperaturas «inusualmente bajas» han resultado «especialmente graves» para el viñedo, dado el momento de desarrollo de la vid, reconocen desde Agroseguro. También desde las organizaciones agrarias advirtieron ayer de que en la DO Ribera hay parcelas «con muerte de cepas» que nunca volverán a brotar, algunas este año ya no darán ni una uva y en otras los daños superan el 80%.
Y sigue sin llover suficiente. En el sistema Pisuerga están en «alerta», en «prealerta» en el Carrión, y su dotación para riego se ha rebajado en otro 500 hectómetros cúbicos.