Valladolid, por un puñado de votos
▶Puente confía en repetir mandato con VTLP, mientras Carnero aspira a la Alcaldía con Vox de posible aliado y el soterramiento como muro entre los dos bloques
A punto de concluir la campaña, pocos dudan ya de que la Alcaldía de Valladolid se podría decidir por un puñado de votos, el que sume a la derecha o a la izquierda. Porque lo que también parece ya más que evidente, salvo sorpresa mayúscula, es que los pactos serán inevitables en el consistorio vallisoletano, de forma que PSOE y Valladolid Toma la Palabra-VTLP (Izquierda Unida, Podemos, Equo y Alianza Verde) estarían llamados a un acuerdo, como lo estarían PP y Vox si dan los números.
En 2019 poco más de 200 sufragios separaron a Vox de alcanzar su segundo concejal, que se hubieran podido sumar a los nueve del PP y los tres de Ciudadanos. Sin embargo, en el otro bloque, el PSOE logró once ediles y VTLP, tres, lo que permitió mantener el pacto de izquierdas. El caso es que el panorama que se vislumbra a partir del domingo podría ser muy similar, de forma que quizás de nuevo un único concejal, dependiendo de donde caiga, sea el que decida el signo político del alcalde.
Con este escenario, los partidos políticos apuran las últimas jornadas hasta llegar a las urnas en ‘modo anuncio’, sobre todo en el caso de PSOE y PP, después de que la campaña arrancase con el soterramiento de las vías en todo lo alto, un proyecto que también va por bloques: a favor, PP, Cs y Vox, y en contra, PSOE y VTLP. De hecho, para el candidato popular, Jesús Julio Carnero, se trata de «un derecho irrenunciable y la obra que necesita la ciudad para encaminarse a la modernidad». También los de Abascal apuestan por este proyecto como «elemento de cohesión social y territorial», según Irene Carvajal, lo mismo que Ciudadanos, cuyo aspirante, Pablo Vicente, quiere revertir «la decisión de convertir a Valladolid en tunelandia», en referencia a los túneles que incluye el proyecto actual de la integración de las vías.
Proyecto antiguo
En el PSOE y VTLP, en cambio, no quieren oír hablar de soterrar las vías y recuerdan que durante 20 años el PP estuvo al frente del Ayuntamiento y no fue capaz ni siquiera de arrancar con los estudios. Así que para el socialista Óscar Puente, sus aspiraciones tienen más que ver con continuar la senda que comenzó en 2015 cuando llegó a la Alcaldía «con un proyecto completo para la ciudad que permita avanzar en su modernización». Su gran deseo, y en parte «utopía», según reconoce, es «revertir la marginalidad». En aspectos similares se fija María Sánchez, la candidata de la plataforma de izquierdas, para quien lo fundamental es «seguir revirtiendo la desigualdad social y el desequilibrio entre zonas», para lo que propone una «intervención integral que vamos a hacer a través del Plan de Barrios».
En el otro lado ideológico, sus apuestas se centran en la movilidad y, por ello, anuncian su intención de revertir actuaciones del actual equipo de Gobierno. Así, Carnero tiene claro que reorganizará el tráfico en calles como el Paseo de Isabel la Católica o López Gómez, «para hacer compatible los diferentes sistemas sin necesidad de penalizar a nadie». En la formación de Abascal, también advierten de que los carriles bici «se trasladarán a ámbitos más amables, utilizando los corredores verdes», al tiempo que la Zona de Bajas Emisiones se limitará a los espacios peatonales.
Ningún candidato quiere hablar de pactos pero tampoco los rechazan. Óscar Puente se muestra convencido de que logrará «una victoria contundente para desarrollar los proyectos pendientes que nos den el salto definitivo a la ciudad que queremos ser». Al candidato socialista no parece preocuparle el hecho de tener que recurrir a pactos y a las pruebas se remite: «En estos ocho años he tenido un gobierno estable a pesar de no contar con mayoría absoluta, lo que demuestra que sé acordar». El popular Jesús Julio Carnero también confía en obtener «una mayoría suficiente para dar estabilidad al gobierno de la ciudad», aunque a la hora de poner nombres a los posibles socios se limita a señalar que «soy una persona de diálogo, siempre lo he sido y lo seré si es necesario dar estabilidad al Ayuntamiento, que es lo que me importa».
María Sánchez (VTLP) ya ha formado parte del Gobierno municipal en la legislatura que acaba, un hecho que interpreta como un plus ya que «hemos demostrado que sabemos trabajar en equipo y hacerlo sin tensiones, poniendo por delante el interés de la ciudadanía». Ahora, tras el 28M, aspira a subir un peldaño más: «Nos señalan como el motor del Gobierno pero, además de ser motor, tenemos capacidad para llevar el volante».
Pablo Vicente se mantiene firme en su deseo de ser «decisivos para gobernar» y para ello abre el abanico de los acuerdos a «todas las fuerzas políticas, si aceptan nuestras principales líneas del programa». Mientras, desde Vox, Irene Carvajal no quiere «adelantar acontecimientos», si bien mantiene que «nuestra prioridad es desalojar al sanchismo del Ayuntamiento» y, en materia de pactos «ejecutar el mandato que nos trasladen los ciudadanos».
Cecilio Vadillo, exmilitante del PSOE, encabeza una sexta candidatura, Contigo Avanzamos, nacida de la Plataforma por el Soterramiento, proyecto que impulsa su programa. Aunque las encuestas no le asignan representación, sus votantes sí pueden hacer un ‘roto’ a los dos grandes partidos en un escenario tan ajustado.