«Hubo que retorcer mucho el reglamento para dar una cátedra a Begoña Gómez»
▶La esposa del jefe del Ejecutivo fue catapultada a puestos de dirección académica tras su llegada a La Moncloa
José María Aznar se estrenaba como presidente del Gobierno y Begoña Gómez, ahora esposa del presidente Pedro Sánchez, daba los primeros pasos en el mundo laboral en una empresa de su familia, Atenea Centro de Negocios SL. No se conoce su papel en la compañía pero sí que desde allí, tres años después, se incorporó a una profesión entonces al alza, el marketing.
La trayectoria profesional de la esposa del presidente está en el punto de mira después de que un juez de
Madrid haya admitido la denuncia del sindicato Manos Limpias por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios apuntando a sus relaciones con empresas estratégicas que han recibido ayudas públicas, como Globalia, basándose en informaciones publicadas en prensa. Sánchez ha entendido la apertura de la investigación como un resultado de los «ataques» de la oposición y el «fango» mediático. Este miércoles, anunció que se da cinco días fuera de agenda para decidir si dimite.
La bilbaína, de 49 años, que pasó su infancia y primeros años de la adolescencia en el pequeño pueblo leonés de Valderas, desarrollaba en 1999, como primera actividad laboral externa, «estrategias comerciales para banca, seguros, alimentación, bebidas, automóvil y ONG» en el Grupo Inmark. Así figura en su perfil de Linkedin.
La compañía, antes denominada Task Force, se dedicaba a la recaudación de fondos para ONG como Greenpeace, Oxfam y Amnistía Internacional. Allí entró cuando aún no conocía a Sánchez y continuó después de que, en 2006, les casara la socialista malagueña Trinidad Jiménez. En 2018 saltó a dirigir el Instituto de Estudios Africanos del Instituto de Empresa (IE). Antes, en Inmark habría hecho trabajos para Deutsche Bank u Ono, adquirida por Vodafone, aunque ninguna de ellas es capaz de trasladar a ABC cuál fue su papel. A día de hoy, Inmark tiene «indicación» de no aportar ninguna información relativa al currículum de la mujer del presidente. Es la respuesta que dieron a este diario al interesarse por su trayectoria.
Cuesta encontrar el rastro de los trabajos de Begoña Gómez: ni campañas, ni informes, ni intervenciones públicas como directiva. Desde 2012 a la actualidad, también según su propio Linkedin, figura como socia de la Asociación Española de Fundraising y, desde diciembre de 2018, como socia y coordinadora del grupo de trabajo Transformación Social Empresarial en Woman Action Sustainability, asociación sin ánimo de lucro cuyo fin es «elevar la sostenibilidad al primer nivel estratégico de las empresas, entidades, instituciones y de la sociedad».
En agosto de 2018, sólo dos meses después de que su marido llegara a la presidencia del Gobierno, el Instituto de Empresa la fichó como directora del Africa Center, cargo que ostentó hasta 2022. Por otro lado, Begoña Gómez daba clase en un título propio, es decir, no oficial, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Máster en Dirección de Captación de Fondos (Fundraising) para organizaciones no lucrativas (ONL).
Era una profesora externa, sin plaza, pero la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy disparó su carrera académica, pese a que ni siquiera posee un título oficial. Se presenta como licenciada en Marketing, pero lo cierto es que estudió un curso en ESIC cuando esta institución no podía expedir títulos oficiales. Según fuentes de la Universidad Complutense, fue Begoña Gómez quien propuso al rector, Joaquín Goyache, dirigir otro título propio, el Máster en Transformación Social Competitiva, algo que consiguió. «Es idea del rector, al que interesaba tener buena relación con la mujer del presidente del Gobierno, no sólo acep
MADRID
La Fiscalía de Madrid presentó ayer ante el Tribunal Superior de Justicia el informe que, por mandato de la junta de fiscales de Sala, pide que se inadmita la querella por revelación de secretos que interpuso Alberto González Amador, pareja de la presidenta regional Isabel Díaz Ayuso, contra dos de los suyos.
El informe, al que tuvo acceso ABC, argumenta que la nota de prensa por la que el empresario se querelló contra la fiscal jefe de la Provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, y el que lleva su causa por delitos contra Hacienda, Julián Salto, contenía información «inocua» que no tuvo ningún efecto lesivo ni alcance para ser delito. Descarta una revelación de secretos porque proporcionaba «información veraz» frente a «bulos» e «inexactitudes» publicados en prensa.
El origen está en una noticia según la cual la Fiscalía ofrecía un pacto a González Amador para librarle de los dos delitos contra Hacienda por los que acababa de denunciarle. En realidad, el abogado del empresario había propuesto ese pacto al fiscal y presentado incluso un borrador de conformidad que reconocía los hechos. La Fiscalía emitió al día siguiente un comunicado que reproducía entrecomillados de las conversaciones entre el abogado y el fiscal, de ahí la querella.
Su informe argumenta que no puede prosperar, primero, porque no se da el delito de revelación de secretos si esos ‘secretos’ ya estaban publicados en la prensa. Segundo, porque no hay «ni un solo indicio» de que los querellados filtrasen información. Y además, por la necesidad de defender al Ministerio Público: «Nótese que, ya previamente, la presidenta de la Comunidad de Madrid había puesto en duda la imparcialidad y objetividad de la Fiscalía (...) y llegó a deslizar que se trataba de un caso turbio de los poderes del Estado», dice el informe. Ahora la decisión depende del TSJ.