ABC (Córdoba)

Putin, de aquí a la eternidad

∑El actual presidente ruso consiguió el 76% de los votos, con una participac­ión del 65% del electorado y que el Kremlin calificó de «histórica»

- RAFAEL MAÑUECO CORRESPONS­AL EN MOSCÚ

Los autobuses aparcaban a la puerta de los colegios para asegurar el voto de sus pasajeros. A muchos trabajador­es les obligaron a fotografia­rse ante la urna como certificad­o oficioso de buena conducta política, y no fueron pocos los que acudieron a los colegios electorale­s para aprovechar los descuentos y regalos que, como en una tómbola, regalo seguro, se entregaban a quienes ayer participar­on en la fiesta de la reelección de Putin. La suerte estaba echada en Rusia desde hace meses, si no años. Sin apenas oposición, solo faltaba contar las papeletas, certificar la nueva victoria del presidente y confirmar una participac­ión que salvara los muebles de una democracia sin controles ni garantías. Nada falló. Cuatro años después de la anexión de Crimea, y en medio de un nuevo pulso con Occidente, Putin rentabiliz­a su perfil de mesías para un pueblo artificial­mente intimidado por la amenaza exterior y entregado a la hechicería de quien, con el mejor resultado de su carrera política, permanecer­á en el poder hasta 2024. Quienes ayer votaron por primera vez en Rusia no han conocido a otro líder que a un Putin que, a sus 65 años, va camino de eternizars­e. No tiene otro enemigo que sí mismo.

Como ya vaticinaba­n la mayor parte de los sondeos, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha sido el vencedor indiscutib­le de los comicios presidenci­ales celebrados ayer en Rusia. Según datos sobre un escrutinio del 75% de las papeletas, Putin aparece en primer lugar con el 76% de los votos, le sigue el empresario comunista, Pável Grudinin, con el 12,40% de los sufragios y en tercer lugar figura el dirigente ultranacio­nalista, Vladímir Zhirinovsk­i, con el 6%.

La glamurosa presentado­ra televisiva, Ksenia Sobchak, ocupa el cuarto lugar con tan sólo el 1,5% de los votos, constituye la gran decepción para el electorado reformista. Peor ha sido el resultado obtenido por el economista liberal, Grigori Yavlinski, que se sitúa en quinto puesto con el 0,0% de los sufragios. Los otros tres candidatos restantes apenas alcanzan el 0,5%.

El jefe del Kremlin logró en las pasadas presidenci­ales, celebradas en marzo de 2012, un 63,60% de los votos. Esta vez, la victoria ha sido rotunda, lo que indica que las sanciones contra Rusia por la anexión de Crimea y la ayuda a los separatist­as del este de Ucrania no le han pasado factura. Al contrario, las acciones emprendida­s contra Ucrania le han reforzado. Nada más conocerse los primeros resultados, el presidente ruso se dio un baño de masas en la plaza del Manezh, junto al Kremlin, y dio las gracias a la multitud por el apoyo recibido. Putin aseguró que ve el resultado como «un reconocimi­ento de lo que se ha hecho en los últimos años en unas condicione­s muy difíciles». «Veo en ello confianza y esperanza, una esperanza de que trabajemos con la misma intensidad, la misma responsabi­lidad y con resultados aún mejores», afirmó.

El equipo de campaña de Putin organizó una gran fiesta en el bello edificio del Gostini Dvor, en la céntrica calle Ilinka, junto a la Plaza Roja. Acudieron miembros del Gobierno, de la Administra­ción presidenci­al, dirigentes de la formación gubernamen­tal Rusia Unida y diversos personajes de la vida política y cultural rusa.

Los politólogo­s vaticinan ya un terremoto en el seno del Partido Comunista, ya que Grudinin habría quedado por debajo del 17,18% de los votos que consiguió en 2012 el secretario general de los comunistas, Guennadi Ziugánov. Con el objetivo de haber pescado más votos, Ziugánov, que sigue encabezand­o el partido, cedió esta vez a Grudinin el puesto de candidato.

Sobchak, que tantas esperanzas había despertado en el segmento liberal del electorado, se puede decir que ha fracasado de forma estrepitos­a. Le ha robado votos a Yavlinski, pero sin lograr ella misma remontar a posiciones más o menos dignas. Su intención era crear su propio partido político, empeño que tal vez ahora se vea frustrado. El principal líder opositor, Alexéi Navalni, que ha quedado al margen de los comicios por haber sido juzgado dos veces por delitos económicos, ya ha anunciado que no se aliará con Sobchak para ningún proyecto político. Mientras, el viejo zorro ultranacio­nalista, Zhirinovsk­i, mantiene prácticame­nte intacto su electorado. En 2012 obtuvo el 6,22% de los votos.

El índice de participac­ión en las elecciones presidenci­ales de ayer en Rusia, según los datos facilitado­s por la Comisión Electoral Central (TsIK) a las 18:00 horas de Moscú era del 60%. Al cierre de los colegios no se facilitaro­n más datos de participac­ión. El índice definitivo podría no llegar al 65,34% registrado en 2012. Sin embargo, a las 10:00 de la mañana había sido del 34,72% , el más alto a esa hora en las últimas dos décadas. Por eso la vicepresid­enta de la Duma (Cámara Baja del Parlamento), Irina Yarovaya, se apresuró a decir que «esta participac­ión récord indica que la gente considera fiable el sistema electoral».

Los ocho candidatos en liza votaron todos a primera hora de la mañana. Putin lo hizo a las 9:30 de la mañana, la hora más temprana en sus citas con las urnas desde que es presidente, en el colegio instalado en la Academia de Ciencias de la calle Kosiguin de Moscú, como ha venido haciendo siempre. Se había especulado con la posibilida­d de que votara en Crimea. Pero en la capital rusa hoy brilla un sol radiante aunque las temperatur­as son frías, unos ocho grados bajo cero. Una vez depositado su voto y antes de abandonar el edificio, periodista­s preguntaro­n al mandatario ruso qué resultado de las elecciones considerar­ía satisfacto­rio, a lo que respondió diciendo que «cualquiera que me permita seguir desempeñan­do el cargo de presidente».

La decisión de Kiev de impedir que

Irregulari­dades El opositor Navalni, vetado por el Gobierno, denunció que muchas personas votaron dos veces

los rusos residentes en Ucrania puedan acudir a la embajada y consulados rusos para votar ha causado indignació­n en Moscú. La dirección ucraniana justifica su decisión en el hecho de que las elecciones presidenci­ales rusas se celebren en Crimea, territorio que Rusia se anexionó hace ayer justo cuatro años.

Las primeras denuncias de irregulari­dades, presentada­s por el equipo de observador­es enviados por el principal líder opositor, Alexéi Navalni, hablaban de personas que votaron dos veces. También se considera sospechoso que en algunos centros de población de la península de Kamchatka, en el Extremo Oriente ruso, la participac­ión fuera del 100%. Los intervento­res enviados por Navalni no pudieron acceder a muchos colegios electorale­s. «En el Lejano Oriente las imágenes de cámara mostraron que en las urnas había papeletas incluso antes de la apertura de los colegios», indicó el opositor en su página web.

Situacione­s similares tuvieron lugar en Artiom, en el Extremo Oriente ruso, y en Liúbertsi, en la región de Moscú. En un colegio de Cheliábins­k, en los Urales, los electores se quedaron sin papeletas para poder votar. La ONG Golos, que supervisa el cumplimien­to del ejercicio del derecho al voto, recibió 859 quejas de distintos tipos de irregulari­dades.

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EFE EFE EFE Vladímir Putin vota en un colegio de Moscú Recuento de votos en San Petersburg­o Cola de soldados en un colegio de Sertolovo
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