Sánchez quiere limitar la subida de sueldo de los políticos al 0,25%
Plantea que Gobierno y parlamentarios tengan la misma subida de los pensionistas
Pedro Sánchez clausuró ayer la Escuela de Buen Gobierno que el PSOE ha celebrado en el madrileño barrio de Villaverde desde el pasado jueves. En un cónclave que todavía ha estado marcado por el traumático proceso de primarias y la división que se arrastra desde entonces, el líder socialista terminó con un discurso muy agresivo con la figura del presidente del Gobierno, al que lanzó dos ataques muy directos: «El mejor trabajo de España lo tiene Mariano Rajoy porque cobra por no hacer nada» y «la mitad de las cosas que dice Mariano Rajoy no son verdad y la otra mitad son mentira».
Sánchez hizo un discurso netamente de izquierdas y en el que explotó el malestar de los pensionistas, al denunciar que España es «el único país que castiga a los pensionistas a la dictadura del 0,25%». Sánchez asegura que ese índice de revalorización constituye «el desprecio del PP a aquellos que hicieron posible la España constitucional del 78».
En este punto se comprometió a recuperar la indexación al IPC si gobierna. Anunció que en el debate de los Presupuestos Generales del Estado el PSOE propondrá que el Gobierno, los diputados y los senadores «también liguen la evolución de su sueldo al 0,25%» en solidaridad con los pensionistas.
Fue un discurso de clausura sin referencias a Podemos o a la cuestión catalana y en el que estableció la victoria en las elecciones municipales de 2019 como requisito para ganar las generales. Lo que en la práctica significa también fijar una fecha en rojo en el calendario para examinar la fortaleza de su proyecto.
«Estamos a casi un año de las elecciones municipales y autonómicas y europeas. Y os diré una cosa, estamos tocando con la punta de los dedos ser la primera fuerza política de este país», dijo Sánchez. Pese a su estancamiento demoscópico, que le lleva a la tercera posición en algunos sondeos, en Ferraz constatan que la fragmentación de voto puede hacer viable ese objetivo de ser primera fuerza. Y se ha puesto tarea: «Si ganas las elecciones municipales, da igual los gritos que den, porque quien gana las municipales gana las elecciones generales, así que a trabajar y a ganar».
Desiguales en la unidad
Entre debates, talleres y conferencias, lo cierto es que el foro ha estado informativamente marcado por las ausencias de figuras como Susana Díaz, Felipe González, Alfredo Pérez Rubalcaba o Ximo Puig. Pero también es justo apreciar que sí participaron figuras como José Luis Rodríguez Zapatero, Joaquín Almunia, Emiliano GarcíaPage o Javier Lambán. Fue incluso Javier Solana, aunque sorprendió a la dirección con un diagnóstico muy crítico sobre la salud del partido.
Sánchez no ha logrado que este cónclave sirviese como espejo para mostrar la «unidad recompuesta» del partido, como ambicionaba. Pero también ha quedado claro que quienes no comulgan a pies juntillas con el secretario general tienen visiones muy distintas de cómo estar y comportarse durante este mandato. Así, la sensación general es que no está claro que la falta de unidad sea solo imputable a Sánchez o que vaya ser a él a quien más afecte.