Un articulista de dudosas intenciones
En alguna otra ocasión, he criticado, en estas mismas páginas, la actitud política sinuosa de Salvador Sostres, un catalanista vergonzante que se declara admirador del sedicioso director de TV3, televisión que se caracteriza por sus continuos ataques a la unidad de España. Pero no podía sospechar su atribución de populismo narcisista a Albert Rivera, en comandita manifiesta con el populismo colectivista de Podemos. Con esta intención, aprovecha la coincidencia circunstancial de dos líderes de estos partidos, Rivera y Errejón, en la Fallas valencianas, para emparejarlos con la aviesa calificación común de populismo para ambos. Nada hay más lejano de Ciudadanos que el populismo ramplón y callejero del partido que lidera Pablo Iglesias. En Ciudadanos coinciden una gran masa de españoles de la clase media ilustrada, educados, con una gran proporción de titulados universitarios, conscientes de los graves problemas que padece España, pero dispuestos con su trabajo a superarlos. En Ciudadanos han recalado en los últimos tiempos votantes desilusionados con Mariano Rajoy, por su timorata acción en Cataluña, y de Pedro Sánchez, por su deriva hacia la extrema izquierda. La miseria política con que Sostres califica a Ciudadanos, es la que tiene el propio articulista con su perverso emparejamiento, una abyecta comandita de infames intenciones. Pero no merece la pena acalorarse más con estas ofensas. Él solo se amargará cuando, en las próximas elecciones, el voto de los españoles lleve a Ciudadanos a una situación privilegiada de la acción política. Y una aclaración: yo no soy afiliado a Ciudadanos.
CARLOS GONZÁLEZ BARBERÁN CÓRDOBA