EL ESPEJO DE PUTIN
El auge mundial del autoritarismo recuerda que la democracia liberal no se puede dar por descontada
Parece que los autócratas más populistas están en alza y no hacen más que ganar poder por todo el mundo, empezando por el país más grande de la Tierra: esa Rusia que en su inmensidad nos devora, aunque tenga un PIB que oscila entre el de España e Italia. Con un Putin «reelecto» para otros seis años en el Kremlin, cuesta poner en duda la efectividad de esta problemática alternativa compartida por China y construida a partir del capitalismo clientelista en lo económico, el autoritarismo en lo político, y el nacionalismo en lo ideológico.
La apoteosis de lo iliberal que representa Putin coloca también un espejo sobre las democracias occidentales contra las que Moscú no ahorra esfuerzos en su empeño por desacreditar. Y la verdad es que el resultado de este ejercicio de contemplación resulta cuando menos inquietante. Desde la Unión Europea y la desastrosa salida de Gran Bretaña hasta el caos, las contradicciones, y la ambivalencia de la Administración Trump.
Durante el tenso ciclo electoral vivido/sufrido en Europa, un nuevo listón para medir a los candidatos políticos en el Viejo Continente empieza a ser su complicidad o distancia con respecto a Putin. Y el problema es que en elecciones sucesivas como las celebradas en Francia, Alemania o Francia, los «Putin-friendly» no han hecho más que ganar escaños, ya sea desde la derecha o la izquierda.
Las relaciones entre Rusia y Occidente se encuentran en su peor nivel desde el colapso de la Unión Soviética hace 26 años. Y la única dirección en que pueden avanzar estas relaciones es a peor, ya que este Putin, apalancado por lo menos hasta el 2024, no tiene ningún incentivo para actuar de otra forma. Su popularidad crece cada vez que incumple las reglas del orden internacional, cuestiona a las democracias occidentales y recrea las áreas de influencia de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Porque como él mismo ha dicho, la URSS no es más que otro nombre para Rusia.