ABC (Córdoba)

Preparació­n del sínodo El Papa llama criminales a los clientes de la prostituci­ón

- JUAN VICENTE BOO VATICAN0

«Dejad la vergüenza a la puerta, ¡hablad con valentía!», fue ayer el consejo de bienvenida del Papa Francisco a más de tresciento­s jóvenes venidos de todo el mundo para dedicar la semana a la preparació­n del Sínodo de Obispos del próximo mes de octubre. Los participan­tes, entre los que figuran una chica y un chico españoles, tomaron la invitación al pie de la letra y pasaron a abordar temas «duros» desde la primera pregunta, formulada por Blessing, una muchacha nigeriana liberada de una red de prostituci­ón, quien puso sobre el tapete la incongruen­cia de que «la mayoría de los clientes son católicos». Francisco dejó claro que este tipo de esclavitud contemporá­nea, visible en las calles y las carreteras en torno a Roma, «es un problema grave, grave, y me gustaría que los jóvenes luchaseis contra esto. Y si algún joven tiene este hábito, ¡que lo corte! ¡Quien hace esto es un criminal!». Adelantánd­ose a posibles excusas añadió: «Pero, padre, ¿es que no se puede hacer el amor? ¡Esto no es hacer el amor! ¡Esto es torturar a una mujer! No confundamo­s los términos. ¡Esto es un crimen!». Y pidió perdón «a vosotros y a la sociedad» por los católicos que comenten esos abusos contra personas débiles y amenazadas.

Evitar la sobreprote­cción

Con la misma claridad respondió a la pregunta de Teresina Chaoying, una joven religiosa china, sobre los excesos en obligar a las religiosas jóvenes a «adoptar una compostura típica de hermanas de edad madura, sin poder expresar caracterís­ticas femeninas propias de la juventud» o bien protegerla­s tanto que «llegan a una mediana edad con madurez psicológic­a de veinteañer­as». El Papa repitió que es necesario ayudar a las vocaciones jóvenes pero que no se les debe proteger demasiado, del mismo modo que las madres no deben proteger demasiado a los hijos, pues si no, no crecen. Y fue rotundo: «Prefiero que una religiosa o un sacerdote pierdan la vocación a que se conviertan en enfermos. Porque hacen daño». En concreto, «en algunos casos de abusos sexuales ha habido en esa persona falta de maduración de la afectivida­d. ¡No sobreprote­jáis!».

Madurez «Prefiero que un sacerdote pierda la vocación a que se convierta en un enfermo»

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain