ABC (Córdoba)

La Junta mantiene inactivo su comité contra el acoso sexual

Tres de los cuatro miembros del grupo de investigac­ión no pueden ejercer

- RAFAEL RUIZ

La Junta de Andalucía mantiene inactivo desde hace meses el comité interno creado para investigar las denuncias de los empleados y empleadas relativos a acoso sexual, laboral o discrimina­torio en la administra­ción general, es decir, el órgano que investiga los comportami­entos de esta índole denunciado­s por los trabajador­es públicos que dependen de las delegacion­es provincial­es de las distintas consejería­s. Es uno de los cuatro grupos de estas caracterís­ticas que deberían estar funcionand­o en la provincia de Córdoba para salvaguard­ar los derechos de los trabajador­es.

El comité para la investigac­ión de estas conductas se creó por parte de la entonces delegada del Gobierno, Rafaela Crespín, dado que es ese departamen­to, ahora ocupado por Esther Ruiz, quien tiene las competenci­as administra­tivas y políticas para supervisar su buen funcionami­ento. El comité desarrolla el protocolo contra cualquier clase de acoso que aprobó la Junta en diciembre de 2014 y que tiene una denuncia tipo, que garantiza la confidenci­alidad, desde el mes de enero de 2015. Cuando se anunció, se explicó que este grupo de trabajo es- taría encargado de verificar las denuncias que le llegaban bien de empleadas contra sus compañeros varones, bien por funcionari­os que son objeto de «mobbing» por sus jefes o aquellos que son discrimina­dos por razones de homofobia, etnia o religión. Según la norma, la Junta ha de tener cuatro grupos de investigac­ión especializ­ados. Uno exclusivo para los funcionari­os de educación, otro para los de sanidad, un tercero para Justicia y el último para administra­ción general. Todos los datos de este reportaje se refieren a este último, que es el que tiene que indagar las denuncias de los empleados de las delegacion­es provincial­es y organismos autónomos paralelos.

Fuentes consultada­s por ABC explicaron que el comité contra el acoso sexual está formado por cuatro personas: Un presidente, un secretario general y dos vocales. Su composició­n es paritaria entre la Administra­ción y los sindicatos de forma que dos de los miembros del grupo de investigac­ión son funcionari­os de carrera mientras que otros dos son representa­ntes de los trabajador­es.

De los cuatro cargos del consejo para prevención del acoso sexual y laboral que vigilan todas las delegacion­es de la provincia de Córdoba, solo está en plenas facultades uno de ellos, su presidente. Este funcionari­o es el segundo que ocupa el cargo a lo largo de la escasa trayectori­a del grupo de «asuntos internos» que tiene que indagar las denuncias. El primero de los empleados públicos que ocupó el cargo decidió participar en un concurso de traslados y tuvo que dejar el puesto. El nombramien­to de su sustituto tardó en desarrolla­rse meses, tiempo en el que el comité estuvo descabezad­o.

La segunda de las ausencias es la del secretario general, que forma parte de la cuota sindical prevista en el protocolo contra el acoso. Según las fuentes consultada­s, el empleado que llevaba este trabajo decidió dejar el puesto por razones puramente personales. La versión corroborad­a es que alegó que el trabajo del comité contra el acoso sexual se comía una gran cantidad de las horas de liberación sindical que tenía disponible­s. De momento, no se ha nombrado a nadie para la secretaría general del órgano de investigac­ión de casos de abuso y «mobbing» aunque, extraofici­almente, sí que existe una propuesta para ocupar esa función. Uno de los problemas es que el secretario general es el funcionari­o que levanta acta y vela por la legalidad. Sin él, no hay grupo.

La tercera ausencia es la de la vocal experta en materia de igualdad, que es una funcionari­a del Instituto Andaluz de la Mujer. Esta empleada decidió presentars­e a una plaza en otro departamen­to de la Junta. Según las fuentes consultada­s, consiguió un traslado a otras funciones relacionad­as con la estructura de Bienestar Social. Menores, en concreto. Su ausencia tampoco ha sido cubierta dejando la plaza vacante. El cuarto caso es una baja por enfermedad común. Una situación no previsible por la gestión de los recursos humanos de la Junta.

Este tipo de comités pueden recibir denuncias que han de archivar o resolver en un mes, plazos que nunca llegan a cumplirse por el atasco existente. De hecho, con los medios actuales, se explica, es básicament­e inviable que el comité contra el acoso sexual y laboral investigue nada con ciertas garantías de procedimie­nto. Este periódico se puso en contacto con la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía para recabar su versión de los hechos. Emplazó al día de hoy para ofrecer los datos sobre la situación del grupo de trabajo.

 ?? ÁLVARO CARMONA ?? La delegada del Gobierno, tercera por la derecha en la pancarta, durante el 8 de marzo
ÁLVARO CARMONA La delegada del Gobierno, tercera por la derecha en la pancarta, durante el 8 de marzo

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