El Banco de España exige contención al Gobierno en los Presupuestos
∑La institución mejora su previsión de crecimiento al 2,7% este año y prevé que sin reformas las pensiones subirán un 0,25% anual «durante décadas»
El Banco de España prevé que la economía nacional continuará bailando en ritmos próximos al 3%, si bien pide prudencia en el gasto y las bajadas de impuestos de cara a los próximos Presupuestos. La institución publicó ayer sus previsiones trimestrales de crecimiento de 2018 a 2020 y auguró un repunte del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,7%, el 2,3% y el 2,1% para cada año, tres, dos y una décima por encima de sus últimas estimaciones de noviembre, respectivamente. La razón de este optimismo recae en el desendeudamiento sostenido de los hogares y empresas, el tirón del empleo pero sobre todo, en la mejora del escenario global y la política fiscal expansiva prevista, tanto en España como en Estados Unidos con la rebaja fiscal de Trump o en Alemania, con el acuerdo entre democristianos y socialdemócratas. Ello llevará al PIB a crecer un 0,7% en el primer trimestre.
Los pronósticos del Banco de España son un buen entrante de cara a la próxima revisión al alza del cuadro macroeconómico que aprobará el Gobierno en siete días, junto a las cuentas. El Ejecutivo prevé un crecimiento del 2,3% este año, tras bajarlo en octubre ante la crisis catalana, pero ya ha anunciado que lo revisará por encima del 2,5% previo. «Esta previsión refleja que tenemos una economía que sigue estando bastante fuerte», valoró ayer Linde, quien aseguró que esta revisión al alza de las perspectivas macroeconómicas del organismo demuestra que la economía española «está reforzada y sigue a buen ritmo».
Junto a ello, las estimaciones de la institución, una semana antes de que el Gobierno apruebe los Presupuestos en Consejo de Ministros, sirven de toque de atención al rumbo fiscal del Ejecutivo. El Banco de España cree que el déficit acabó 2017 en el 3,1% del PIB, cumpliendo su objetivo, pero incorpora en sus previsiones el acuerdo de empleo y salarios públicos firmado entre Hacienda y sindicatos hace escasos días, que se traducirá en un aumento de las retribuciones de entre el 6,9% y casi el 9% en los próximos tres años. Ante esto, el organismo advierte de que la política fiscal pasará de ser neutra a «ligeramente más expansiva» y llama a que el Gobierno no descuide sus esfuerzos para reducir el déficit.
Consolidación fiscal
Precisamente, el Banco de España cree que España incumplirá este año su meta de déficit, del 2,2%, cerrando en el 2,5%. La subida del sueldo a los funcionarios pone en riesgo la meta de déficit, según explicó el director de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ya que se deben aumentar los impuestos o reducir los gastos de forma equivalente para enderezar la senda fiscal.
«Se deben evitar políticas presupuestarias expansivas y, por tanto, procíclicas», sentencia el organismo en el documento, y avisa a continuación de que ello «retrasaría la reducción del déficit público en términos estructu- rales y ralentizaría el proceso de disminución de la ratio de deuda pública, que resulta necesario para mitigar la vulnerabilidad de la economía». Máxime, incidió Hernández de Cos, cuando España podría continuar un año más en el Procedimiento de Déficit Excesivo. Tras pronunciarse sobre la evolución de los sueldos del sector público, en lo que respecta al privado el Banco de España contempla una subida salarial del 1% este año, del 1,4% en 2019 y del 1,6% en 2020, menor a la inflación que será del 1,2%, del 1,4% y el 1,7% respectivamente.
Las pensiones, a raya
El organismo dirigido por Luis María Linde no ha incorporado en sus previsiones el impacto de los guiños fiscales a los pensionistas, si bien Hernández de Cos, auguró ayer que las pensiones se revalorizarán un 0,25% «prácticamente todos los años en las próximas décadas» ante el estado de la Seguridad Social y juzgó que las reformas de 2011 y 2013 garantizan la sostenibilidad siempre que el contexto económico se mantenga «boyante». No obstante, como recordó si no se retoca el sistema, se producirá un fuerte ajuste sobre la tasa de sustitución, es decir, el porcentaje de último salario que se cobra en la primera pensión, que ahora está en el 82%.
En sus palabras, con el marco actual, el agujero del sistema se irá reduciendo lentamente, décima a décima, en los próximos años. El año pasado el déficit de la Seguridad Social estaba en el 1,6% del PIB. Las reformas de 2011 y 2013, al parecer, tendrán un impacto mayor en la próxima década, cuando se desarrollarán por completo y se comenzará a jubilar la generación del «baby boom».
Sobre el decreto aprobado por el Gobierno para rescatar los planes de pensiones privados en diez años y bajar las comisiones, apunta en sus previsiones que contribuirá a aumentar «el
atractivo de estos instrumentos» por lo que tendrá «un efecto positivo, aunque difícil de cuantificar».
Mejora de la crisis catalana
La mejora de la situación política en Cataluña también ha repercutido positivamente en las estimaciones del Banco de España. La institución destaca «cierta moderación» de las incertidumbres políticas ligadas a la situación en Cataluña, si bien alerta de que no se puede descartar que tenga lugar un «recrudecimiento de las tensiones», que impactaría «negativamente» sobre la evolución de la actividad en su conjunto, pero de manera «más acusada» en la propia comunidad. Por ello, apunta que la región podría tener un crecimiento «algo menor» que el conjunto de España en el primer trimestre.
Curiosamente, si bien las perspectivas mundiales mejoran, el Banco de España cree que las exportaciones aportarán menos al PIB este año. Por un lado, ello se debe a la apreciación del euro, que desacelerará las exportaciones. También influye que en el sector turístico, si bien se advierte una mejora en Cataluña tras el parón que vivió el sector, habrá cierta «congestión de algunos destinos nacionales» y se recuperarán otros lugares competidores para España como Túnez, Turquía o Egipto que estaban de capa caída en los últimos años por la inestabilidad política. Aún así, España debe menos al extranjero que hace un año. No obstante, las importaciones también se desacelerarán, debido a la menor demanda pero también al «efecto sustitución» de bienes extranjeros por productos nacionales.
La deuda exterior neta se redujo al entorno del 83,2% del PIB, 3,3 puntos menos que tres meses antes, mientras que la deuda externa ha bajado en 8,4 puntos desde 2015 al 166,2%. El empleo también mantiene el pulso: si el año pasado aumentó un 2,8%, en 2017 lo hará un 2,7% de forma que en 2020 la institución espera que se acabe con una tasa de paro del 11%. Un rumbo favorable que corre peligro si la economía no reduce sus vulnerabilidades y los guiños en los Presupuestos son demasiado contundentes para las arcas públicas.