CIFUENTES, ACORRALADA POR UN MÁSTER BAJO SOSPECHA DE FALSIFICACIÓN
La universidad pública niega haber falsificado la calificación de la presidenta madrileña
Un comunicado, al filo de las ocho y media de la tarde, cerraba un día especialmente negro para la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, por la polémica en torno a la presunta falsificación de dos de sus notas en un máster de la Universidad Rey Juan Carlos. Un día sin tuits, sin declaraciones y sin explicaciones, que culminó con tres folios, sin membrete oficial y sin firma, en los que la Oficina de Comunicación de la Presidencia regional insistía en las explicaciones ya dadas, ocho horas antes, por el rector de la Universidad: las notas no se consignaron correctamente por una «mala transcripción en la introducción de la nota en la plataforma informática».
La polémica saltaba a primera hora de la mañana: eldiario.es publicaba que dos calificaciones del máster al que Cifuentes se matriculó en el curso 201112 fueron modificadas en 2014 de forma supuestamente fraudulenta, pasando de «no presentada» a «notable». La noticia es rápidamente repicada por las radios y televisiones y las ediciones digitales de la prensa.
Cifuentes soportó todo tipo de presiones durante la jornada: las de los grupos de oposición pidiendo, sutilmente o de forma directa, su cabeza si se confirmaba la información sobre la falsificación. Y las de su propio partido: en Génova se mantuvo el silencio por parte de todos los cargos públicos, y sólo al filo de las siete de la tarde trascendió la voz de la dirección nacional del partido: «Nos remitimos a las explicaciones que ofrezca Cristina Cifuentes y confiamos plenamente en ella».
En su comunicado, los portavoces de Cifuentes recordaban que el rector de la URJC, Javier Ramos, dio datos que acreditan que las irregularidades» denunciadas «carecen del más mínimo fundamento». Se basan, como hizo el rector, en los testimonios de los profesores responsables de ambas asignaturas, y de las tres miembros del tribunal que calificó su trabajo de fin
de máster.
Confusión inicial
Un argumento éste en el que insiste el escrito de la oficina de la presidenta: «Seis profesores universitarios han empeñado su palabra, su prestigio y su carrera profesional» para afirmar que todo se hizo «con la más absoluta legalidad».
La primera explicación que se dio desde Presidencia de la Comunidad al propio medio fue que la presidenta dejó algunas asignaturas para más adelante y posteriormente las aprobó. Más tarde, el comunicado de la oficina de Cifuentes aclaraba que estos datos se debieron a una «confusión inicial» respecto a las «dos asignaturas supuestamente pendientes»: no se pudo materializar la consulta «ni a la interesada ni a la propia universidad», y por eso se produjo un error de interpretación, que hoy ha podido aclararse tras acceder al expediente académico».
PSOE, Ciudadanos y Podemos salían en tromba desde primera hora de la mañana a pedir explicaciones claras y contundentes a la presidenta regional. Albert Rivera, cuyo partido es socio de investidura de Cifuentes en Madrid, amenazaba con retirar el apoyo; desde PSOE y Podemos se pedían aclaraciones indubitables o la marcha de la presidenta, convertida en el adalid de la regeneración en el PP.
Tal vez por eso, donde más inquietud parecía existir era en el PP, donde sabían que lo que estaba en juego no era sólo la credibilidad de la presidenta, sino la del propio partido y su apuesta por la tolerancia cero contra la corrupción.