ACCIÓN DIRECTA
Se puede estar en contra de la carrera oficial en la Mezquita aunque no conviene decir payasadas sobre ello
LA Federación de Asociaciones de (algunos) Vecinos ha anunciado que tomará «acciones» por el escandaloso montaje de palcos de la carrera oficial de la Semana Santa en el entorno de la Mezquita, que ha calificado de un ataque al monumento. La más nutrida agrupación de colectivos —que haría bien en revisar sus cifras de socios para que conozcamos exactamente a quién puñetas representa— no ha aclarado si prepara alguna tetada tipo Femen o si por el contrario se va a dedicar a quitar las tuercas de las regolas para sabotear el andamiaje. Pero lo cierto es que se ha puesto seria —como corresponde a cualquier cordobés de bien— a última hora, cuando quedan apenas cuatro días para el Domingo de Ramos tal y como nos recuerda el marcador de las páginas de Cuaresma en ABC, que gerencia con éxito de crítica y público mi vecino Luis Miranda a quien saludo afectuosamente.
Imagino que la Federación de Asociaciones de Vecinos ha aguantado tantos años de carrera oficial en las Tendillas en silencio con un gran sufrimiento por su parte. Si seguimos el argumentario, la plaza que preside el Gran Capitán desde su caballo es un entorno protegido al que se atacaba, y de qué manera, con esos palcos a los que solo podía entrar, horror, quien pagaba. Puestos a cuidar de la Mezquita, tendríamos que recordar esos auténticos atentados que suponen, por ejemplo, los conciertos que se programan cada Noche Blanca del Flamenco tanto dentro como fuera del monumento en los que Al Zahara ha tenido un papel relevante con su oposición activa.
Se imagina uno también que la federación — que ha sido respaldada por el grupo municipal der de Ganemos, que se apunta a un bombardeo— va a velar en adelante por las condiciones de accesibilidad y seguridad de todas y cada una de las actividades que se llevan a cabo en la vía pública. Aún se recuerdan sus severas admoniciones sobre la situación del mercado medieval en la Corredera o de algunos eventos culturales en torno a esta zona —por cierto, también con un alto grado de protección— en los que la organización era, digamos, un tanto precaria. Bueno, no. No se recuerdan.
Es de prever que la Federación de Asociaciones de Vecinos tenga una opinión bastante formada sobre las consideraciones de todos los residentes del Casco. En aras a mi experiencia y a los que vamos al bar de debajo de casa —igualmente legitimados que Al Zahara para opinar— les aclararé que el traslado de la carrera oficial ahorró molestas a algunos de los barrios del Centro dado que se llevó la infraestructura y la ocupación durante amplias horas del día y de la noche a unas calles donde viven menos vecinos. Entonces, cuando la carrera oficial estaba en la principal plaza peatonal de Córdoba, nadie vino a sacar la cara por todas estas personas que hemos acogido la medida hasta con alivio.
Se puede estar en contra de lo hecho pero, oigan, gansadas y payasadas, las mínimas.