Sarkozy, imputado por financiar su campaña con dinero libio
Es acusado también de corrupción pasiva y apropiación indebida de fondos públicos
Los jueces que instruyen el escándalo de la posible financiación ilegal de la campaña presidencial de Nicolas Sarkozy, en 2007, con dinero de Gadafi, han decidido inculpar oficialmente al expresidente de los presuntos delitos de «corrupción pasiva», «financiación ilegal de campaña electoral» y «apropiación indebida de fondos públicos». Se trata de delitos muy graves. Según el código penal francés, el delito de apropiación indebida de fondos públicos está castigado con hasta diez años de cárcel y una multa de hasta 150.000 euros. La financiación ilegal de campañas electorales está castigada por el código penal francés con hasta tres años de cárcel y 45.000 euros de multa. La corrupción pasiva puede ser castigada con varios años de cárcel.
Sarkozy ha quedado a disposición judicial. La instrucción del escándalo continúa. Los abogados del expresidente anuncian una defensa enérgica y combativa.
Sarkozy fue interrogado por inspectores especializados de la Oficina central de la lucha contra la corrupción y las infracciones financieras y fiscales (Oclciff), durante veintiséis horas, a lo largo del martes y el miércoles, con una pausa nocturna, en las dependencias policiales de la Dirección central de la policía judicial (DCPJ) de la comisaría de Nanterre, en la periferia oeste de París.
La detención provisional de Sarkozy terminó poco después de las 7 de la tarde de ayer. El expresidente abandonó las dependencias policiales una hora más tarde. Cuando ya estaba en su domicilio, a disposición de la Justicia, varias fuentes filtraron la decisión judicial de su inculpación.
Graves sospechas
Oficialmente, la inculpación no prejuzga ni la evolución del caso ni la sentencia final. Pero los jueces instructores parecen contar con elementos de juicio «concordantes» que les permiten avanzar sus gravísimas sospechas.
Sarkozy se considera víctima de una «maquinación crapulosa», montada por personajes de la más dudosa reputación.
Varias fuentes estiman, sin embargo, que la decisión de inculpar al expresidente parece estar justificada por la aparición de «nuevos elementos de juicio».
Los nuevos «elementos de juicio» habrían permitido reconstruir varios procesos paralelos: la recepción de fondos financieros libios, en unas condiciones desconocidas por ahora; la utilización de esos fondos para pagar la campaña electoral; y la presunta utilización del dinero público francés y del dinero negro libio hasta alcanzar la victoria electoral.
Se trata de una «novela» de complejísima reconstrucción judicial. Sarkozy ya está implicado en otro escándalo en curso de instrucción, relacionado con la financiación de la misma campaña: una de las empresas organizadoras justificó con facturas falsas unas prestaciones mal esclarecidas.
Mientras Sarkozy era interrogado, martes y miércoles, uno de los testigos de cargo, Ziad Takieddine, un hombre de negocios de la más negra reputación, volvió a declarar a la emisora RTL que había entregado personalmente al expresidente 5 millones de euros en efectivo antes de su elección como presidente.
Según las fuentes policiales, Sarkozy sostuvo una posición «muy combativa» durante las veintiséis horas de interrogatorios, negando todas las acusaciones y sospechas de financiación ilegal, y recriminando a sus acusadores de mentir y montar un escándalo crapuloso.
Los abogados de Sarkozy y algunos de sus ministros afirman que, desde hace varios años, se repiten «acusaciones sin fundamento», sin que nadie haya aportado ningún tipo de prueba. La decisión judicial de inculpar a Sarkozy abre una nueva e incendiaria página.
Citas La apropiación indebida de fondos públicos se castiga con hasta 10 años de cárcel y multa de 150.000 euros