Temor general a la restricción esté o no en la agenda municipal
Los vecinos reclaman la vuelta del doble sentido para mejorar la fluidez del Vial
No ha gustado, en general, la idea de que se pueda restringir la avenida de Ronda de los Tejares, tal y como avanzó ayer el concejal de Movilidad, Andrés Pino, enmarcado en un proyecto global de un carril rápido de autobús. La propuesta, esté o no en la agenda del mandato, no es del agrado siquiera de los que, en principio, podrían beneficiarse de su aplicación, como es el transporte público por las limitaciones que eso implicaría para el resto de la zona centro de la ciudad.
«Ya pasó cuando cortaron Cruz Conde, donde se están cerrando numerosos negocios, y sería nefasto si hicieran lo mismo en nuestra calle». Alejandro Rodríguez, secretario de la Asociación de vecinos Coso de los Tejares, que en la actualidad tiene sobre un centenar de socios, es de los que le gusta hablar sin pelos en la lengua sobre esta materia, como ya hizo «hace tres o cuatro años» en el Ayuntamiento a donde acudió para conversar acerca de esta misma iniciativa con los técnicos de Movilidad.
«Se lo dije entonces y lo repito ahora: Ronda de los Tejares tendría que ser incluso de doble dirección, por que la zona de avenida de la Libertad y avenida de América está cada vez más contaminados con el exceso de tráfico que llevan», explica. Un corte o restricción en Tejares supondría llevar hasta allí todavía más tráfico y eso no es para nada razonable».
Los profesionales del volante, como son los taxistas, no se sienten amenazados, ya que la medida sirve para facilitar el uso del transporte público, pero no pueden evitar pensar en que la medida, de llevarse a cabo, tendría que venir acompañada de fórmulas complementarias. Según Miguel Ruano, presidente de Auttacor, Ronda de los Tejares «ya no soporta la carga de tráfico que tenía antes» después de prohibir girar a la izquierda en Colón para pasar delante de la Diputación.
En cualquier caso, recortar accesos en Tejares implicaría «un refuerzo en otros puntos como Cervantes, América o Vial Norte, que acabaría asumiendo más carga de vehículos particulares», señaló. Sería, por tanto, «un paso más hacia la peatonalización del Centro mejorando el transporte público a través de ese nuevo carril que también queremos usar nosotros».
Ruano, sin embargo, también miró a Gran Capitán, donde se encuentra la principal parada de taxis de la ciudad. «Esa vía también tendría que ser restringida, pero no del todo, porque si se peatonalizara, nuestra parada carecería ya de sentido». En su opinión tendría que ser una restricción «light» por la enorme cantidad de cocheras que hay en la zona, tanto particulares, como de hoteles o de servicio públcio como la de Edaco.
Precisamente, ABC intentó sin éxito acceder a la opinión de los responsables de este parking, mientras que desde El Corte Inglés, que también tiene un aparcamiento importante para la zona, su director de relaciones institucionales, Daniel García Ibarrola, se limitó a señalar que desconocía detalles sobre el proyecto, «y hasta que no sepamos si afecta o no a nuestro aparcamiento no podemos opinar».
Otro sector afectado sería la hostelería. El presidente de Hostetur, Francisco de la Torre, dice tener la sensación de que «es un globo sonda para pulsar sensibilidades sobre un proyecto difícil de realizar y, por ahora, sin alternativas, que, a la postre, supondrá aislar todavía más el Centro».
En cuanto a los transportistas, que tal y como adelantó el concejal Andrés Pino, también podrían hacer allí la carga y descarga, señalan que el espacio que tienen ahora es realmente limitado. Lo suyo, en opinión del responsable de ASM Transportes, Juan Carlos Arcas, es que «se ampliara toda la banda actual hasta el paseo de la Victoria». De hecho, se trata de una avenida lo suficientemente ancha como para que se «especializaran» los carriles: Uno para la carga y descarga, otro para el transporte público, un tercero para el tráfico de residentes «y un cuarto que podría ser peatonal».