Más de 4.000 personas piden respeto para la caza
La actividad cingética genera miles de empleo y más de 90 millones de euros
«Estamos aquí para defender la caza de la cantidad de ataques que estamos sufriendo, sobre todo, en redes en las que nos llaman desde asesinos a cualquier otro insulto por parte del sector animalistas y del ecologismo». Así justificó ayer el delegado provincial de la Federación Andaluza de Caza en Córdoba, Francisco Javier Cano, la concentración en defensa de la caza celebrada ayer en la plaza de las Tendillas a la que asistieron más de 4.000 personas. «Estamos cansados de insultos porque eso cala en la sociedad y están dando una imagen distorsionada del mundo rural, de los cazadores. El mundo rural es mucho más que matar animales, se capturan animales pero se hace una labor muy importante para que el campo goce de salud, y es una labor de los cazadores y de todos los que se dedica al mundo rural», defendió Cano.
Según el responsable de la Federación de Caza en Córdoba, «la labor que realizamos permite la fijación de la población al territorio. Está todo muy legislado. En Córdoba la caza genera unos 90 millones de euros y hay más de 30.000 cazadores federados. Son miles los puestos de trabajo que dependen de la caza cada temporadas, desde guardas, hasta las rehalas, los catering o arrieros».
Esta concentración, a la que se sumó Asaja, pretende defender la caza como una forma de vida y exigir respeto a la actividad, al sector y a todos los cazadores. Esta concentración simultánea que, para defender la actividad cinegética, ha realizado la Real Federación Española de Caza con el apoyo de todas las federaciones autonómicas de caza, se ha celebrado de manera unitaria en las ocho capitales de la comunidad andaluza y a la que se ha sumado Asaja Córdoba.
Una reivindicación «justa y necesaria para un sector que sigue recibiendo ataques, insultos, amenazas y desprecio» del mundo animalista y de una parte de la sociedad interesada en imponer su ideología urbanita por encima de otros modos de vida, afirmó Cano, quien leyó un manifiesto durante la concentración.
Con este fin, las federaciones de caza se han manifestado en 50 ciudades para reclamar la caza como «forma de vida» y la práctica cinegética como «como actividad fundamental para el desarrollo rural y la conservación», apuntó Cano. Bajo el lema «La caza, nuestra forma de vida», durante la concentración se reivindicó «el orgullo de ser cazador» y exigir el fin de las «agresiones y ataques» contra el colectivo que practica una actividad «legal y vital».
Por su parte, el presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, manifestó que «el mundo rural es un elemento fundamental a nivel económico y social»; y la convocatoria de hoy ha servido para demostrar «a los que se manifiestan en nuestra contra que somos miles los que salimos a la calle a defender nuestra afición, porque la caza ética, sostenible y regulada es presente y futuro del equilibrio ecológico, y somos los cazadores los primeros en cuidar y proteger el medio natural». Con el sonido de la berrea de fondo, Fernández de Mesa destacó que la caza es una de las actividades más reguladas. «Los cazadores, los rehaleros, los pescadores, todos tienen control de la Guardia Civil, y la Administración pública, su revisión es continua, los que no los tienen son los «ecolojetas» que «sin formación ni nada, han encontrado en el ataque un medio de vida para vivir del cuento», denunció el presidente de Asaja.
En este sentido, el responsable de Asaja defendió a los ecologistas «porque es una manera dignísima de vivir porque apoyan la agricultura y el desarrollo pero esos «ecolojetas» no, sólo quieren imponer un orden absurdo. No sé qué quieren cambiar o sustituir; sólo hay que mantenerlas y hay que protegerlas». La segunda parte del problema es el lobo, según Fernández de Mesa, «los «ecolojetas» se han filtrado en la administración y actúan desde dentro y fuera fastidiando dando problemas a todos a los cazadores y a los agriculto-
Cazadores La Federación Andaluza de Caza tiene unos 30.000 cazadores en Córdoba y provincia
res, actuando no solo en España sino en toda la UE». Ahora, añadió, «vienen con el proyecto Life Lobo» tratado con 1,6 millones de euros y que se reparten beneficios cuantiosos entre asociaciones poco representativas. De hecho, siete ayuntamientos del norte de Córdoba ya han desistido de apoyar este proyecto.