POLITIQUITIS AGUDA
Marina Álvarez fue una de las consejeras socialistas que no acudió el miércoles a la convocatoria de la Conferencia Médica en Madrid E
N ocasiones la consejera de salud ha pedido que no se politice el debate sanitario. Pudo hacerlo cuando Susana Díaz acusaba a Juanma Moreno de usar la enfermedad como arma política cuando el líder de la oposición sacó en el Parlamento los datos de la alta incidencia del cáncer de colon en Andalucía y el retraso que sufre la comunidad en la implantación del cribado para prevenir la enfermedad en relación al resto de comunidades. Lo hacía con datos avalados por la Asociación de Lucha contra el Cáncer: las zonas donde más incide la enfermedad y con mayor tasa de mortalidad no tienen implantado el test preventivo para su población de riesgo, una analítica de dos euros.
Tan irrefutable es el asunto que a los pocos días Cs anunció una proposición no de ley para exigir la implantación del cribado universal en seis meses. La presidenta había reiterado que eso no ocurriría antes de 2023. Ahora sólo se ofrece en 25 de los 1.600 centros de salud de Andalucía. La consejera, por su parte, aseguró que se iría implantando poco a poco por tramos de edad. El PP ya preparaba una campaña, al estilo de la que hizo famoso al impuesto de sucesiones. Pero el día antes de que se difundiera por redes la consejera anunció en un foro patrocinado por un laboratorio habitual de la subasta de medicamentos, que Andalucía adelantará el cribado a finales de este año. Buena noticia.
¿Qué ha pasado para que cambie de opinión? ¿Qué criterios técnicos y sanitarios se han modificado en quince días para que la Junta anuncie ahora lo que negaba entonces? Sólo se me ocurre una respuesta: la política. Y eso me genera otra pregunta: ¿Cuántos casos de cáncer se hubieran detectado de forma precoz de haberse dedicado antes a la prevención los seis millones que ahora parecen surgir de la nada?
Hay que ser más riguroso para pedir con sinceridad despolitizar la sanidad. Marina Álvarez fue una de las consejeras que no acudió el miércoles a la convocatoria de la Conferencia Médica en Madrid, secundando el plante de las comunidades socialistas que acusaban al ministerio de politizar este órgano de participación en el que está representada la profesión médica. Allí se demostró que el PSOE sólo cree en la participación ciudadana que tiene controlada. Mientras Marina Álvarez daba plantón a la profesión médica, ofrecía una entrevista a Canal Sur para contar las bondades del cribado de cáncer de colon. Creo que todo esto merece una reflexión, especialmente por parte de la consejera.