INTERÉS POR EL SECTOR RESIDENCIAL Y SUS EFECTOS
Ariesgo de que me sigan tachando de optimista irredento, sobre todo los contumaces pesimistas que siguen creyendo tener el monopolio de la verdad a pesar no haber acertado en ninguno de sus peores augurios, parece que toca comentar lo que está pasando con el sector residencial en España.
De acuerdo con los últimos datos del INE, en febrero las ventas de casas subieron un 16% y los precios un 7% frente al mismo mes del año anterior. La venta de hipotecas –y este es dato de la AHE– en 2017 se incrementó un 10%, hasta las 429.000, muy por debajo de los niveles récord de casi dos millones. La disciplina de los bancos a la hora de prestar es mucho mayor. Y la entrada en bruta mora hipotecaria no creció. Todo lo anterior confirma las positivas dinámicas del sector residencial español, que por otra parte ya no se le escapan a nadie.
Por otro lado, la semana pasada conocimos la importante operación de venta que está preparando el Sabadell: 8.000 millones de cartera estructurada en dos partes. Gran operación que se suma a las que han hecho BBVA y Santander en los últimos meses. Los compradores son los sospechosos habituales, presentes en las últimas operaciones de este tipo (Apollo, Lone Star, Blackstone y Cerberus).
Las dos noticias –la venta de casas a particulares y la operación del Sabadell– ponen de relieve el interés que hay por el sector a todos los niveles. La recuperación está lanzada y lo importante es entender que aún estamos en los primeros compases de la recuperación. Además, se trata de un movimiento reflexivo en que la propia recuperación llama a más recuperación.
Desde el punto de vista de la Bolsa, el sector que más se beneficia de las dinámicas anteriores es el bancario, gracias al enorme apalancamiento operativo que han atesorado durante los últimos años. Y el movimiento está acelerándose.