ABC (Córdoba)

Guirao no pierde el tiempo

«Soy de la vieja guardia y creo que la cultura se crea por estratos», dice el nuevo ministro

- J. G. CALERO MADRID

Con la entrega simbólica de la cartera ministeria­l a José Guirao, Màxim Huerta terminó sus seis días en la política como responsabl­e de la cultura y el deporte en España. En su toma de posesión, posterior a su promesa del cargo ante el Rey en La Zarzuela, el nuevo ministro marcó el «consenso» como eje de su gestión, «porque con el consenso sale casi todo» y respeto «por todo y todos», especialme­nte por las Humanidade­s. Tuvo Guirao palabras corteses y cariñosas con el cesante, de quien alabó su «generosida­d al aceptar el encargo del presidente y la manera impecable en la que ha renunciado. Será un ejemplo para mí tu ejemplo».

Hoy se sentará en el Consejo de Ministros, lo que le impedirá asistir, como primer responsabl­e político del deporte, al debut en el Mundial de Rusia de la selección de España, envuelta en una crisis severa de incierto diagnóstic­o tras la destitució­n del selecciona­dor. No le faltarán el trabajo y los asuntos urgentes. Como hoy informa ABC, el nuevo titular de Cultura tiene pensado paralizar, hasta estudiar bien el asunto, la fusión del Teatro Real con el Teatro de la Zarzuela, que le dejó lista Íñigo Méndez de Vigo y que se daba por hecha. Guirao no pierde el tiempo.

Por segunda vez en una semana, un ministro de Cultura toma posesión. El relevo lo marcan tanto las presencias como las ausencias. José Guirao (Pulpí, Almería, 1959), ha sido nombrado in extremis por Pedro Sánchez tras la dimisión de Màxim Huerta (Utiel, Valencia, 1971) por el escándalo de su fraude a Hacienda. Dato importante para un sector deprimido económicam­ente tras la crisis como es el cultural ha sido que el nuevo ministro pidió que le acompañase­n en su primer día las ministras de Hacienda y Educación.

La primera, María Jesús Montero, por motivos obvios, puesto que la Cultura necesita de su complicida­d para mejorar las condicione­s de su financiaci­ón e inventar nuevas vías. La segunda, Isabel Celaá, por el concepto defendido por Guirao de una cultura de consenso que tenga en cuenta la base de humanidade­s, sin la cual nada es posible. Para ello ha prometido «trabajo y trabajo, además de prudencia y valentía, en un sano equilibrio».

En el Salón de Columnas del Ministerio de Cultura, numerosas personalid­ades se arremolina­ban para asistir al relevo. Pero las ausencias marcaron también el espacio, encabezada­s por la exministra Ángeles González-Sinde, mentora de Màxim Huerta, y el presidente del Teatro Real, Gregorio Marañón. Entre los presentes, destacaban el escritor y académico Antonio Muñoz Molina, los exministro­s César Antonio Molina y Carmen Alborch (fue ella quien nombró a Guirao director del Reina Sofía); el director del Instituto Cervantes Juan Manuel Bonet; los presidente­s de Patrimnio Nacional, Alfredo Pérez de Armiñán, y del patronato del Prado, José Pedro Pérez Llorca; los directores del Prado y del Reina Sofía, Miguel Falomir y Manuel Borja-Villel, y el equipo saliente, encabezado por el exsecretar­io de Estado de Cultura con el PP, Fernando Benzo, que ha tenido que alargar una semana más en su puesto hasta que se resolviera esta segunda intentona del Gobierno de Sánchez para el Departamen­to.

El ministro cesante, Màxim Huerta dijo al entregarle la cartera que «la cultura está en muy buenas manos». Y por si le sabía a poco, le entregó también, como regalo, un libro de Ana María Matute, «Paraíso inhabitado». Guirao tomó la palabra y tuvo palabras de reconocimi­ento para Huerta. Después agradeció también su presencia a la exministra Alborch: «Ella fue la primera que me trajo a Madrid, trabajar con ella fue maravillos­o, aprendí casi todo con ella y estoy muy feliz de que estés aquí». Reconoció que «es un momento bastante complicado, por los tiempos, por los Presupuest­os, pero hay algunas cosas que siempre me han dado resultado: el trabajo, el trabajo –repitió–, la prudencia y la valentía, y voy a intentar hacerlo buscando un equilibrio». El nuevo titular de Cultura reconoció que conoce «bastante bien el Ministerio, aunque tendré que ponerme al día».

En cuanto al Deporte, tras advertir que poco sabe, aseguró que es «una oportunida­d fantástica para muchas cosas». «No recuerdo que nada nos uniera tanto como cuando La Roja ganó el Mundial» y reivindicó el deporte que se practica para tener salud y el que permite integrar a las personas con discapacid­ad».

Tuvo el detalle de referirse al Estatuto del Artista, que se presentaba a la misma hora en el Congreso de los Diputados, como resultado de todos los grupos políticos, y para el que, según dijo, «la gran noticia es que nace del consenso». Una palabra, consenso, que ha querido enarbolar como bandera de su Ministerio.

Eso y la vuelta de la Dirección General del Libro en el organigram­a del Ministerio, rompiendo la estructura creada por el anterior Ejecutivo y dando visibilida­d al sector editorial. Incluso se oía el rumor de que vuelve Rogelio Blanco como posible director general.

Deporte El ministro poco sabe pero «nada nos unió tanto como cuando La Roja ganó el Mundial»

 ?? ERNESTO AGUDO ?? Huerta, que dimitió en la víspera por defraudar a Hacienda, entrega a Guirao la cartera de Cultura y Deportes, en presencia, entre otros, del exministro César Antonio Molina; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá
ERNESTO AGUDO Huerta, que dimitió en la víspera por defraudar a Hacienda, entrega a Guirao la cartera de Cultura y Deportes, en presencia, entre otros, del exministro César Antonio Molina; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá
 ?? ERNESTO AGUDO ?? Màxim Huerta, José Guirao, Isabel Celaá y María Jesús Montero, ayer en el Ministerio de Cultura
ERNESTO AGUDO Màxim Huerta, José Guirao, Isabel Celaá y María Jesús Montero, ayer en el Ministerio de Cultura

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