La UE aumentará los fondos para controlar la inmigración
La Comisión Europea quiere destinar 123.000 millones de euros a la acción exterior comunitaria en el periodo 2021-2027, lo que representa un aumento del 30 por ciento respecto al presupuesto actual. La organización de ese presupuesto se enfoca, además, hacia la gestión del flujo migratorio que viene desde África y Oriente Medio y que se ha convertido en el asunto más peliagudo de la política europea. Y además, este aumento se hará en detrimento de los fondos estructurales, que a su vez se calcularán de manera que penalizarán a los países de Visegrado, en lo que se ha interpretado como una represalia por haber rechazado acoger a refugiados.
La Alta Representante para la Política Exterior, Federica Mogherini, presentó este incremento presupuestario «sin precedentes» que vendrá acompañado por «un enfoque más coherente y claro de nuestros objetivos» y una mayor «flexibilidad» al poder reubicar anualmente los fondos no utilizados en función de las circunstancias y objetivos.
Esa flexibilidad permitirá a la Comisión establecer acuerdos como el que funcionó con Turquía y que consiste en pagar a aquel país para que contenga la avalancha de refugiados, igual que se hace ahora con las endebles autoridades libias para que organicen campos para albergar a los que llegan allí con la intención de cruzar el Mediterráneo.
Según la alta representante, ahora «tenemos un sistema que está funcionando con Libia y creo que es un modelo útil que se puede apoyar y se puede incluso consolidar», puesto que se trata de un «mecanismo de cooperación» con las autoridades libias, las agencias competentes de las Naciones Unidas y los países de origen de la inmigración. Las organizaciones
humanitarias, sin embargo, han criticado la situación que se vive en esos campos, teniendo en cuenta que Libia es un país actualmente sin instituciones.
A pesar de esto, para la dirigente europea «es un modelo que está dando resultados, no creo que haga falta inventar nuevos instrumentos o modelos, lo que hace falta son recursos políticos y económicos para consolidar este mecanismo que está dando ya resultados en los últimos seis meses», en términos de reducción del flujo de migrantes, según los datos de la propia Comisión. El grueso de la acción exterior se va a concentrar en los países vecinos y África. Mogherino reconoció que «hay un trabajo que hacer antes de que los inmigrantes lleguen a las costas mediterráneas».