El BCE retrasa a diciembre el fin de las compras de deuda
Draghi llama a la calma: «Hemos de ser pacientes, prudentes y persistentes»
Mario Draghi, presidente del BCE, se está esforzando en desactivar el programa de estímulos con la mayor calma posible. Ya había enviado de avanzadilla a varios miembros de la cúpula del BCE en declaraciones que adelantaban que el programa de compra de deuda terminaría a finales de 2018, tres meses después de lo previsto. Los 30.000 millones que dedica actualmente a ello cada mes quedarán reducidos a 15.000 millones hasta diciembre. Después no habrá más.
Durante la rueda de prensa de ayer en Riga, para bajar el nivel de pulsaciones de los mercados, se deshizo en adjetivos tranquilizantes. «Hemos de ser pacientes», «prudentes», «persistentes», hilvanaba uno con otro, señalando, además de la hoja de ruta, el compás, el ritmo y la cadencia a los que tendrá lugar este cambio de era en la política monetaria del euro. También anunciaba que espera mantener los tipos de interés en sus niveles actuales al menos hasta el verano de 2019 y, en cualquier caso, tanto tiempo como sea posible para asegurar la evolución de la inflación hasta su objetivo. Y para tranquilizar a los mercados, preocupados por una posible burbuja de deuda en los países con peor calificación crediticia, como España, garantizó «un amplio grado de acomodación monetaria». La cita suponía además el estreno como vicepresidente del BCE del exministro Luis de Guindos, que asumió el cargo el pasado 1 de junio. Su protagonismo, sin embargo, fue moderado y en la rueda de prensa solo intervino en una ocasión para responder a una pregunta relacionada con un banco letón. Draghi, por su parte, sí que tuvo que responder a diversas inquietudes sobre los últimos y sorpresivos cambios de gobierno en países del euro y aclaró que no le preocupan en exceso. «No debemos dramatizar demasiado sobre los cambios políticos. Somos veintisiete, hay elecciones cada poco tiempo y es lógico que haya cambios», dijo, sin dejar de enviar un mensaje a los partidos antieuro en ascenso, «lo único que quiero recordar es que el euro sigue aquí, ha superado duras crisis y sigue habiendo países interesados en entrar en el euro, porque es una realidad exitosa e irreversible».
Sí mostró preocupación por la convulsión causada por Trump. «Esto es tan importante como las medidas que estamos discutiendo, porque si minamos el marco multilateral que ha acompañado nuestra existencia desde la Segunda Guerra Mundial, base de la gran prosperidad que el mundo ha disfrutado desde entonces, entonces vamos a crear un daño muy grave», advertía, «ya hemos pasado por esto: no nosotros, sino nuestros ancestros, así que no hay necesidad de repetir la experiencia». Monetariamente, el BCE no fue tan agresivo como esperaba el mercado, lo que derivó ayer en fuertes caídas del euro, subidas del bono alemán y la recuperación de los parqués. En la reunión de Riga no fueron debatidos los pormenores de la reinversión, pero Draghi sí prometió que utilizará el dinero de la adquirida que vaya venciendo «durante un período prolongado tras el final de sus compras y, en todo caso, durante el tiempo que sea necesario».