Para ver (lo ames o lo odies)
El fútbol es emoción, como el cine o cualquiera de las artes, aunque cuando el balón echa a rodar la pasión lo nubla todo. El Mundial tiene la virtud de unir a esos futboleros que no se perderán el Japón-Senegal con aquellos que tan solo pondrán el televisor para ver a la selección española. Para todos, el cine ofrece una buena vía de escape entre partido y partido: películas con el balón como protagonista y otras que muestran la parte oscura de un negocio que mueve –y paraliza– el mundo.
En la cartelera coinciden estos días la argentina «El fútbol o yo» y la uruguaya «Mi mundial», dos de los países que con más fervor celebran esta cita. La primera es un acercamiento en clave de comedia a todos aquellos que pierden el norte por un balón. La uruguaya, en clave dramática, recorre los primeros pasos de un niño prodigio ante la ambición de su agente. Es decir, la cara y la cruz de los campos.
Para los más clásicos nunca está de más recuperar obras como «Evasión o victoria» (John Huston, 1981), «The Damned United» (Tom Hooper, 2009), «Buscando a Eric» (Ken Loach, 2009). Si prefieren el cine patrio, ahí están «Días de fútbol» (David Serrano, 2003) o «El penalti más largo del mundo» (Roberto Santiago, 2005)... Y
no se olviden de la interesantísima –y extradeportiva– «Hooligans».