«Las actrices con hijos tienen miedo de ser olvidadas por Hollywood»
La comediante Amy Schumer estrena «¡Qué guapa soy!», una fábula de empoderamiento en favor de las mujeres con complejos para que se liberen de ellos. Gracias a un encantamiento, la protagonista, Amy Schumer, una mujer con baja autoestima que trabaja para una firma de cosméticos de alta gama, encuentra el amor y una saludable dosis de confianza personal. A un lado queda ese concurso de popularidad al que nos sometemos a diario. —¿Este filme es un retrato de su vida? —Exactamente. No dejo que nadie más defina quién soy. A nadie le debe importar mi imagen física más que a mí. —¿De dónde surge su confianza? —Mis padres me convencieron de que yo era sensacional. Te digo más. Me convencieron de que era una jovencita hermosa que no tenía nada de qué avergonzarse. Ellos tenían una empresa de muebles y cuando era un bebé me utilizaron de modelo, ¿cómo no iban a convencerme? Pero no era una niña atractiva y la empresa de muebles acabo en bancarrota (se ríe). —¿Cómo pueden sentirse libres las mujeres en una sociedad que intenta etiquetarlas? —Con mucho coraje y bastante sacrificio. No vivo con el miedo de mis compañeras, ese miedo a ser borradas del negocio si no se someten. Las actrices que se casan y tienen hijos, que no siguen las reglas del juego, viven con el temor de ser olvidadas por los ejecutivos de Hollywood. Hay que ser muy valiente para enfrentarse a la industria.