Comida a domicilio
La china es la más demandada, seguida por la italiana (esas pizzas) y la japonesa
Pedir comida a domicilio se va convirtiendo en un hábito, especialmente entre los jóvenes. La falta de tiempo y la escasa afición por la cocina son las causas más frecuentes de esta tendencia que se dispara en España. Según un estudio realizado por la plataforma Just Eat, líder en el reparto de esta comida, los principales usuarios son jóvenes, de poder adquisitivo medio, que viven en familia o en pareja en grandes ciudades y que hacen sus pedidos para comidas o cenas con amigos. A estos usuarios les gusta variar y probar diferentes tipos de cocina, si bien es la asiática la que triunfa. La china es la más demandada, seguida de cerca por la italiana (esas pizzas) y la japonesa (el sushi tiene la culpa), casi igualadas, y por las hamburguesas. Y donde se ha registrado un mayor crecimiento en el último año es la que algunos denominan «cocina sana», platos veganos y vegetarianos. Las cifras que se mueven son importantes, nada menos que 2.400 millones de euros nos gastamos los españoles en pedir comida a domicilio online o por teléfono (que sigue siendo el método preferido), cifras que se prevé que se disparen en los próximos años.
Es cierto que pedir la comida en casa es cómodo y rápido, que son los aspectos más valorados por los usuarios, pero también lo es que la calidad resulta bastante discutible en muchas ocasiones. No todo lo que se ofrece está al mismo nivel, ni todos los restaurantes tienen capacidad para ofrecer simultáneamente un buen servicio a sus clientes presenciales y al tiempo atender los pedidos para enviar a domicilio. Es evidente que hay determinadas cocinas que se adaptan mejor a este invento. Por ejemplo las pizzas. Pero por propia experiencia sé que hay otras que pierden mucho. Esos rollitos de primavera chinos que, según el estudio, son el plato más demandado, raramente llegan crujientes a nuestra casa. Aún hay que mejorar cosas, pero la tendencia es clara: la comida a domicilio gana terreno.