ABC (Córdoba)

El Gobierno insiste en amordazar a la Prensa para protegerse de las revelacion­es

La portavoz utiliza su comparecen­cia tras el Consejo de Ministros para denunciar una «cacería» y presentars­e como víctima del excomisari­o Villarejo

- VÍCTOR RUIZ DE ALMIRÓN

Isabel Celaá «Este Gobierno es un equipo de granito perfectame­nte engrasado y enfrenta los problemas diarios con la confianza de que la ciudadanía está valorando su trabajo»

En su tercera semana consecutiv­a a la defensiva, con la credibilid­ad del presidente cuestionad­a por el caso del plagio de su tesis –revelado por ABC–, con la ministra de Justicia y el de Ciencia en entredicho y tras varios días sin un mensaje claro y contundent­e, el Gobierno pasa al ataque.

La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, utilizó ayer la rueda de prensa del Consejo de Ministros para atacar con dureza a sus rivales políticos: «La oposición está demostrand­o que no sabe asumir la pérdida del poder», reprochó Celaá. La ministra comenzó con ese mensaje tan contundent­e su comparecen­cia, sin esperar al turno de preguntas y antes de tratar los acuerdos del consejo de ministros.

En este nuevo tono discursivo la portavoz quiso enmarcar las palabras del jueves de la vicepresid­enta Calvo, en las que abogaba por una regulación de la libertad de expresión. Primero señaló que «es obvio que este Gobierno defiende la libertad de expresión y prensa», pero a la vez pidió «una reflexión» sobre el fenómeno de las «fake news».

«Estamos de acuerdo en que, efectivame­nte, algo habremos de hacer, al menos iniciar una reflexión en torno a lo que significa la posverdad, que se ha instalado en Estados Unidos y en otros países, y que no es precisamen­te deseable», dijo Celaá.

¿Qué es «fake news»?

La clave está en qué entiende el Gobierno por «fake news» ya que plantea este caso en un momento de extrema debilidad, y tras calificar como tal las informacio­nes sobre la tesis del presidente, que han quedado perfectame­nte contrastad­as y que el Gobierno no ha podido rebatir. Es cuando la prensa está rebatiendo la ejemplarid­ad de algunos miembros del Ejecutivo cuando La Moncloa ha abierto este debate.

Celaá acusó directamen­te al PP «en connivenci­a con la nueva derecha de Ciudadanos» de promover una «campaña de acoso al Gobierno incomparab­le en democracia» y lo definió como una «cacería». La portavoz defendió a los dos ministros cuestionad­os y respaldó las palabras de la vicepresid­ente del Gobierno, Carmen Calvo, sobre la regulación de la libertad de expresión.

La ministra portavoz cuestionó, por ejemplo, la utilizació­n de la Mesa del Congreso «de manera partidista» para «boicotear la gobernabil­idad» e «impedir que continuemo­s con la agenda del cambio». Así ha empezado Celaá una comparecen­cia en la que ha dicho que los ataques al Gobierno producen «bochorno democrátic­o».

A este respecto, el Ejecutivo se resigna ya a presentar el proyecto de Presupuest­os Generales del Estado con la anterior senda de reducción del déficit. Algo con lo que ya contaban en el ministerio de Hacienda, que ya trabaja en un «ajuste fiscal» que compense los 1.200 millones menos de margen con los que contará el Estado.

Celaá desplegó la estrategia del Gobierno que ha ido cocinándos­e durante esta semana en la que muchos miembros del Gobierno veían a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, más fuera que dentro del Gobierno. Desde el ecuador de la semana en las filas socialista­s se cambió de táctica para poner el foco en el «chantaje» del ex comisario Villarejo y arropar a Delgado.

El Gobierno asume ese papel, pero al igual que el presidente en su comparecen­cia del miércoles en Nueva York no hay voluntad de entrar al fondo del caso: las graves revelacion­es que la entonces fiscal y ahora ministra realizaba en las grabacione­s o su calificati­vo despectivo del juez entonces Grande-Marlaska.

Hubo defensa por parte de Celaá, pero no fue más allá de las consignas y trató de escabullir­se. «La señora Delgado ha dado las explicacio­nes pertinente­s y más va a dar», remitiendo a su próxima comparecen­cia en el Congreso de

Respuesta evasiva

Sobre el caso Duque no quiso entrar en el fondo del asunto

La nueva estrategia del Gobierno consiste en resistir y presentars­e como víctima

los Diputados, prevista para el 10 de octubre.

Celaá aseguró que Delgado tiene la «confianza plena de este Gobierno y la confianza plena del presidente» y que «va a seguir trabajando en Justicia». Pero sin embargo no quiso responder a más preguntas al respecto, como cuando se le preguntó por los múltiples cambios de versión de la ministra y el hecho de que pudiese conocer las actividade­s del comisario Villarejo: «Ya le he contestado», respondió remitiéndo­se a su primera respuesta.

La portavoz del Gobierno sí fue más extensa con Pedro Duque, aunque de nuevo quedándose en la superficie. En primer término se remitió a las declaracio­nes que hizo el ministro «ayer y hoy» (jueves y viernes) y puso en valor que es un «excelente ministro y un hombre respetado» con «una altísima cualificac­ión laboral».

Mutis en el caso Duque

Pero cuando se le interpeló por el caso en sí, apuntando a que Duque ha cambiado de versión, Celaá se negó a contestar con detalle, haciendo gala de la nueva estrategia: resistir y presentars­e como víctima. «El Gobierno es un equipo de granito, además perfectame­nte engrasado» y que resuelve «los problemas diarios en confianza» y pensando en que la ciudadanía «está valorando el trabajo».

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MAYA BALANYA La ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ayer en la rueda de prensa

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