El parón en las grandes vías por acometer lastra la economía provincial
El eterno desdoble de la N-432, la Autovía del Olivar o el enlace con Jaén acumulan lustros de espera; al contrario que en otras provincias
El desencuentro de Córdoba con las carreteras es una historia casi interminable. Costó sangre, sudor y lágrimas convertir en autovía la vieja N-331 entre Córdoba y Málaga. Un itinerario complicado, con multitud de tramos urbanos, zonas oscuras de adelantamiento y una siniestralidad importante. Pero finalmente se logró, mientras que en otros territorios andaluces y fuera de la comunidad autónoma los kilómetros de asfalto cundía con mayor fluidez. Costó más de una década de obras, pero hoy en día puede admitirse con absoluta rotundidad que era una obra más que necesaria.
Sin embargo, Córdoba sigue lastrada como la «cenicienta» en algunas vías dibujadas en los grandilocuentes planes estratégicos de infraestructuras, que le otorgan unas posibilidades enormes, por su situación geográfica, sobre todo; pero que, por el contrario se quedan en el papel. Vuelve a ocurrir con algunas vías de alta capacidad que siguen atrapadas en el olvido de los presupuestos y los cajones ministeriales o departamentales de la Junta de Andalucía. En total, unos 160.000 cordobeses se beneficiarían directamente de esas infraestructuras si estuvieran hechas.
Valga colocarse delante de un mapa de Andalucía y trazar líneas. La primera, desde Badajoz hasta Granada pasando por Córdoba. La N-432, una auténtica muralla china de asfalto de 432 kilómetros, una espina dorsal en la «piel de toro». Si sobre esta línea trazamos otra con la Autovía del Olivar entre Estepa-Úbeda, que también atraviesa Córdoba, tenemos el nudo gordiano de esta «equis» gráfica en el corazón del sur de Córdoba. Para más «inri», conectado con la A-45 Córdoba-Málaga. Todo un corazón viario que vive en los planos y para nada en la realidad. Ítem más. La conexión de Córdoba con la provincia de Jaén, y especialmente su capital, sigue siendo una especie de «gymkana» interurbana entre El Carpio y Torredonjimeno, cuya conversión en autovía permitiría una salida natural hacia la Andalucía orienta e incluso la meseta central muy efectiva. La Junta de Andalucía ha lastrado este enlace al cajón de los proyectos muertos, prácticamente, como sucedió con el ambicioso proyecto de la Autovía del Olivar, que para Córdoba ofrece sólo una especie de degustación entre Lucena-Cabra.
La responsabilidad de estas infraestructuras atañen a todos los que han pasado por el Gobierno central y la Junta de Andalucía en los últimos veinte años. El PSOE de González, Zapatero y Sánchez. El PP de Aznar y Rajoy. O los sucesivos gobiernos autonómicos de Chaves, Griñán y Susana Díaz. la cuestión es que hoy, además, este agravio aumenta cuando algunas partes de esos proyectos sí se han llevado a cabo o se están proyectando con más agilidad e interés que los propios tramos que corresponden a Córdoba.
De la N-432 a la A-81
No es tiempo de inversiones milmillonarias en obras públicas, aunque las administraciones han tomado algo más de aire tras los severos ajustes económicos. Pero los esfuerzos que se acometen entran de lleno en la ruleta de la política, donde parece que Córdoba no tiene muchas fichas.
Ocurre por ejemplo con la N-432 entre Badajoz y Granada y que atraviesa Córdoba. Una vía de 431,6 kilómetros de longitud. En los últimos años, esta carretera sufre un accidente con víctimas en toda su extensión cada tres días. El saldo desde 2013 es de 39 muertos y 89 heridos graves. Cerca de 500 siniestros... Las cifras, a las que ha tenido acceso ABC, son de la Dirección General de Tráfico y parecen no admitir discusión, oportunismo político aparte. Sin embargo, Fomento entiende que sólo hay, estadísticas y cruce de datos sobre la mesa, dos tramos de concentración de accidentes. Ambos están situados en apenas dos kilómetros de la parte final de la N-432 en Granada: del kilómetro 426 al 428.
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, confirmaba esta semana en su visita a Córdoba que el Ejecutivo redactará un nuevo estudio informativo previo al proyecto de la A-81. El anterior había caducado, pero además, como se dijo con claridad, las alternativas de trazado tenían importantes impactos ambientales. PP y PSOE se tiraban los trastos a la cabeza. Cortes de carreteras, plataformas políticas, ruido mediático... Todo ello ha bajado el pistón. Convertir la N-432 en autovía supone invertir unos 2.000 millones de euros. Una utopía.
Claro que ante los datos, las actuaciones se están articulando en mejorar ciertos puntos. La última obra seria que la provincia de Córdoba tuvo respecto a esta carretera fue entre 2004 y 2006 cuando las dichosas curvas de Cerro Muriano dieron paso a una variante hasta Espiel que dilapidaba otro de los «puntos negros» del tránsito. Ahora mismo, según Fomento, se está ejecutando la conversión del tramo Pinos Puente-Atarfe en la GR-43 (autovía) y mejorando el firme y la señalización de los dos kilómetros de máxima accidentabilidad. En la provincia de Badajoz, la actuación pasa por mejora del asfalto entre Llerena y Axuaga, la variante de Zafra (última travesía de toda la nacional) y los trabajos en el proeycto de desdoble de la carretera en Badajoz. En Córdoba, nada.
La N-432 es una mitad de la X, de norte a sur y de oeste a este, mientras que la otra es la A-316, es la que se conoce como Autovía del Olivar, porque recorre una zona de Andalucía, entre tres provincias, marcada por la presencia de este cultivo. De los 190 kilómetros se han construido 85,1, es decir, menos de la mitad, y la mayor parte están en la provincia de Jaén, donde la carretera está casi concluida. Es un proyecto de la Junta de Andalucía con cargoa a los fondos Feder que nació en los primeros años del siglo XXI.
En Córdoba el trazado abarca desde la comarca del Guadajoz hasta el suroeste por la zona de Puente Genil, pero sólo está hecho un tramo de diez kilómetros, que va desde Cabra a Lucena. Faltarían el enlace con la N-432 hasta Doña Mencía, cuyo anteproyec-
Comparaciones concretas Hay tramos de la N-432 en Badajoz y Granada donde sí se está actuando, pero no en Córdoba; la Junta optó por terminar partes de la Autovía del Olivar en Jaén, pero no así el itinerario pendiente en la provincia
to está terminado. El trayecto desde esta localidad hasta Cabra tiene el proyecto terminado, pendiente de licitación. Los tramos entre Lucena y Puente Genil, la variante de esta localidad y el trayecto entre Puente Genil y Estepa, ya en la provincia de Sevilla, que es el límite de la carretera, se licitaron en su momento, pero se paralizaron debido a la crisis económica, por lo que ahora estarían a falta de una nueva licitación pública que terminase precisamente con una adjudicación definitiva y con las necesarias obras. Tienen una longitud media de doce kilómetros.
Actividad económica
Cuando esté carretera entre Estapa y Úbeda esté terminada, el trayecto entre una ciudad y otra se reduciría en una hora, con lo que eso supondría para las empresas y para el transporte en una de las zonas más activas del interior de Andalucía.
En los últimos años se ha caído del presupuesto de la Junta de Andalucía una inversión que todavía tendría que suponer más de 500 millones de euros, pero que también tendría un gran impacto ciudadano, ya que en la zona de la provincia de Córdoba la autovía cruza por algunos de los pueblos más habitados: Lucena (42.500), Puente Genil (30.000), Cabra (20.000). La Junta la eliminó del Plan de Infraestructuras Sostenibles para el Transporte de Andalucía y por ahora la circulación entre los pueblos cordobeses seguirá por vías con un solo carril. Las voces que más se han alzado para pedirlo han sido las empresariales.
A la lista de las carreteras marginadas se une el desdoble de la A-306, que tiene que unir El Carpio con Torredonjimeno, en la provincia de Jaén, y que sería un tramo de 57 millones. Necesita de la Junta de Andalucía una inversión de unos 400 millones de euros que no están en los presupuestos.