Paula Bonet y María Sánchez hablan sobre la presencia de la lírica en todos los ámbitos «La poesía no está en la palabra, sino sobre todo en la mirada»
¿Paula Bonet es poeta o pintora? ¿María Sánchez es poeta o veterinaria? Son las dos cosas, porque su condición de escritoras no está en lo que hagan, sino en su manera de ver el mundo, y por eso esa actitud impregna todo lo que hacen. «La poesía no sólo está en la palabra, sino que sobre todo está en la mirada», definió Paula Bonet. Las dos han desarrollado una obra que ha atraído a muchos lectores, las dos se admiraban mutuamente y se escribían aunque no se habían conocido en persona hasta ayer, y las dos protagonizaron ayer una de las charlas más singulares de esta edición de la edición número 15 de Cosmopoética.
El encuentro estuvo presentado por Irene Contreras, periodista de ABC Córdoba, y en ella se vieron dos autoras enamoradas de la palabra de forma muy distinta, pero complementaria. Por eso dijo Paula Bonet que la poesía «es una forma de mirar». Para ella es interesante hacerla con la imagen y unir a las dos. «Creo que tengo mucha suerte porque puedo manejar las dos disciplinas, y la historia y la imagen tienen el mismo peso», explicó para después decir que si se prescindiera de una cosa o de otra, la obra quedaría coja.
La escritora habló sobre su último libro, una singular obra llamada Roedores. Cuerpo de embarazada sin embrión, concebido como una obra que habla sobre lo que se considera un tabú: las mujeres que sufren abortos espontáneos, con el dolor que eso conlleva. «Es uno de tantos tabúes que giran alrededor del cuerpo de las mujeres», afirmó la autora, que insistió en que su libro utiliza el lenguaje «para hablar precisamente de la falta de lenguaje, sobre un tema tan duro y tan doloroso, pero a la vez tan común».
Es una forma llevar esta realidad a la letra impresa y por lo tanto de sacarla a flote, porque, como admitió la escritora, «lo que no se nombra no existe» y es necesario hablar de ello «porque es una realidad muy frecuente». El libro se escribe y de alguna forma remedia lo que sucede, porque «el contexto no permite vivir un duelo por alguien que no existe».
Décima edición
Ante ella estaba María Sánchez, que en sus primeros años se dio a conocer como María Mercromina, que ha publicado un libro que se llama «Cuaderno de campo» que ha cosechado los elogios de los amantes de las letras por su condición de obra fronteriza. Ya va por la décima edición, de hecho.
Ha plasmado su experiencia como veterinaria en el ámbito rural, en granjas, en un libro que resume la vida en el campo, las especies vegetales y animales y el lenguaje científico, pero también en clave poética. Cosmopoética ha propiciado entonces el encuentro entre dos universos que no son exactamente iguales, pero que en la mirada tienen cosas en común. Paula Bonet se confesó «enamorada de ese libro» y contó cómo la pintora envía grabados y la escritora cordobesa regala orégano que recoge en el campo.
«Yo no sé qué soy, porque me valgo de la palabra porque la necesito para algo concreto, pero también de la imagen», afirmó Paula Bonet, que insistió en que una cosa y otra son herramientas «para contar una historia, alabar una belleza o quejarse por algo».
El próximo proyecto de ambas será conjunto: una edición ilustrada de «Cuaderno de campo» en que estarán los «vientres de las vacas, los conejos despellejados». «Es importante que lo científico y lo humanístico se den la mano, y no se separen», concluyó.
Colaboración
Paula Bonet colaborará en una edición ilustrada del libro de María Sánchez «Cuaderno de campo»