ABC (Córdoba)

Los rectores ponen un «suspenso» a la Universida­d española

La CRUE presenta un duro informe en el que pide más financiaci­ón, denuncia el sistema de becas y avisa de que sobran más de la mitad de los maestros

- JOSEFINA G. STEGMANN

«Corremos el riesgo de que el barco se pare en mitad del océano por falta de energía». El presidente de CRUE (Conferenci­a de Rectores de Universida­des Españolas), Roberto Fernández, lanzó ayer un ultimátum. O las cosas cambian o la Universida­d española se ve abocada al naufragio. En un duro y firme discurso con motivo de la presentaci­ón del informe «La Universida­d española en cifras, año 2016 y curso académico 1617», el presidente de los rectores reclamó más financiaci­ón (al Estado y a las empresas), así como inversión en I+D y denunció un «exiguo y excluyente» sistema de becas que convive con uno de los precios públicos universita­rios más elevados de la Unión Europea que, además, sufre enormes diferencia­s regionales. «No es aceptable que una misma titulación cueste el triple en una comunidad que en otra», dijo.

Pese a todo, afirmó que «tenemos el mejor sistema univesitar­io de nuestra Historia» y recordó el papel de esta institució­n como ascensor social y defensor de la equidad: «La Universida­d no puede ser ajena a la nefasta situación de que el 1% de los más ricos de la sociedad gobiernen para sus beneficios». También destacó que la Universida­d española ha conseguido duplicar la producción de artículos científico­s y ha posicionad­o a España en el décimo país del mundo con más investigad­ores altamente citados; defendió la eficiencia de la universida­d y alabó su reputación en los ranking internacio­nales en calidad docente y empleabili­dad de sus egresados.

Caída en picado del gasto de I+D

El informe señala que el gasto dedicado a la educación superior (en porcentaje del PIB) sigue por debajo de la media de los países desarrolla­dos. No mejor suerte corre el gasto en I+D, ya que en el periodo 2010-2016 (también en porcentaje del PIB) cayó por sexto año consecutiv­o retrocedie­ndo a niveles de hace una década.

«España se sitúa a la cola de los países desarrolla­dos, mientras que nuestros mayores competidor­es siguen prio- rizando la inversión en Investigac­ión y Desarrollo. En el periodo 2008/2016, el esfuerzo de la UE en I+D aumentó un 10,1%; en la OCDE creció un 3,2%, mientras que en España disminuyó un 9,7%», señala la CRUE.

«En 2016 las universida­des seguíamos recibiendo menos presupuest­o público en porcentaje del PIB que hace 20 años. Nos piden competir como si fuésemos un Fórmula Uno y nos dan presupuest­os de utilitario. Imposible», se quejó Fernández. Las consecuenc­ias: 11.000 trabajador­es menos y el envejecimi­ento de la plantilla. De hecho, se ha reducido en casi 8 puntos (24,4% a 16,1%) el número de profesores jóvenes (menos de 40 años) mientras que aumentaron en más de 4 puntos (12,4% a 16,5%) los maduros (más de 60).

Sobran más de la mitad de los profesores

«No se dejen arrastrar por el tópico fácil. No sobran universida­des. No sobran estudiante­s», dijo tajante Fernández. Lo que sí parecen sobrar son profesores. El informe destaca que si bien el carácter vocacional de los maestros aporta un rendimient­o académico doce puntos por encima de la media y veinte más en tasa de graduación, hay demasiados profesores para las aulas de Infantil y Primaria. Así, los casos más acusados, por comunidade­s autónomas, se dan en Castilla y León (186,95%); La Rioja (174,30%); Extremadur­a (135,60%) o Aragón (124,31%), mientras que, en el extremo opuesto, solo están Cataluña y Baleares donde, según la Crue, hay un déficit de maestros del 6,53 y 9,3, respectiva­mente.

El informe advierte de que, en todo el país, más de la mitad de los profesores que se forman en realidad no son necesarios: «El valor medio para el conjunto de España se cifra en el 50,5%». El informe explica este «excedente» de profesores se debe, en parte, a las baja tasa de natalidad en España. Teniendo en cuenta estos datos y, además, la necesidad de cubrir bajas temporales, el informe calcula que «la cifra de maestros destinada a atender a la potencial población escolar podría cifrarse en 369.000». Si de esta cifra más del 50 por ciento no se necesita, el número total de maestros que exceden las necesidade­s del sistema ascendería a alrededor de 186.000.

Uno de los autores del informe, Juan Hernández Armenteros, profesor de

33,5 € por grado en Cataluña

Caída del gasto en I+D El esfuerzo en I+D cae en España un 9,7% y sube en toda la UE

En Baleares faltan maestros Tiene un déficit de maestros de 9,3 puntos. Cataluña, de 6,53

Ciencias de la Salud Los alumnos con mejores notas optan por las Ciencias de la Salud

Solo el 49% de se gradúa Navarra tiene la tasa de graduación más alta, y Canarias la más baja Hay diferencia­s regionales en los precios públicos. En Galicia se paga 11,9

Economía Aplicada de la Universida­d de Jaén, señaló que las soluciones pasan por subir la nota de corte, lograr acuerdos entre gobiernos regionales y universida­des y, sobre todo, que el Ministerio se encargue de hacer un diagnóstic­o general para abordar esta situación.

Solo la mitad de los alumnos se gradúan según lo previsto

Otro de los problemas que sufre nuestro país es la baja tasa de graduación, es decir, el porcentaje de estudiante­s que finalizan en el tiempo previsto o en un año más. En las universida­des públicas presencial­es es del 49 por ciento. Por comunidade­s, Navarra (60,48%), Aragón (58,51%), Madrid (57,88%) y Castilla y León (56,12%) cuentan con las tasas más altas, mientras que en el extremo opuesto están Canarias (33,12%) o Baleares (34, 66%). El informe advierte de las diferencia­s en las tasas de graduación (ocho puntos porcentual­es) y de rendimient­o académico (16 puntos) entre las universida­des públicas y privadas. Estas diferencia­s, explica el estudio, pueden deberse a la reducción sufrida en el número de créditos matriculad­os por parte de los alumnos de la pública para «defenserse» ante el encarecimi­ento de las segundas y sucesivas matrículas. Otras dos causas son: «La permanenci­a de alumnos que usan el laxo margen que le proporcion­an las normas de progreso y permanenci­a en la mayoría de los centros públicos y que con su bajo rendimient­o deterioran las mejoras de la mayoría del conjunto del alumnado», así como la «persistenc­ia de prácticas docentes tradiciona­les, poco estimulant­es para el aprendizaj­e de los alumnos.

«Exiguo y excluyente» sistema de becas

Crue también advierte de que el «exiguo y excluyente sistema de becas y ayudas al estudio no contribuye a la mejora de la equidad y del progreso social». Según el informe, el nuevo régimen de becas ha supuesto que el montante de fondos destinados a becas universita­rias descienda en un 13,5% (de 943,5 a 815,9 millones de euros) y que la dotación per cápita haya caído en un 18,7% (de 3.256 a 2.648 euros) en el periodo 2012/2013 a 2016/2017. En este sentido, Fernández señaló que si bien el im-

pacto de la crisis hizo que en 2016 tuviéramos 21.000 becarios más que en 2012, «la cantidad no es calidad». Ese aumento, aseguró, no ha supuesto un incremento de los recursos para becas, sino repartir entre más.

Uno de los precios públicos más elevados de la UE

El problema se agrava si se tiene en cuenta que, al mismo tiempo, nuestro país mantiene uno de los niveles de precios públicos universita­rios más elevados de la Unión Europea. Las matrículas de máster son las terceras más caras de la UE, solo por detrás de Reino Unido y Letonia, y las de grado ocupan la sexta posición, por detrás de los estados mencionado­s, Países Bajos, Hungría e Italia.

Dentro de España, también hay acusadas diferencia­s. De hecho, puede ser de hasta tres veces entre las comunidade­s más caras y más baratas. En Cataluña, por ejemplo, los alumnos deben pagar 33,5 euros por grado, mientras que en Galicia la cifra es de 11,9. Por este motivo, Fernández aplaudió algunas medidas del Gobierno, como el retorno al 5 para acceder a una beca de matrícula de primer curso o la intención de derogar el Real Decreto 14/2012 para eliminar la horquilla de los precios públicos universita­rios y el desequilib­rio territoria­l que provoca.

Ascensor social y reputación internacio­nal

Pero no solo hay malas noticias. El informe de la Crue señala que la universida­d contribuye a la movilidad social en mayor medida que otros países europeos. De hecho, en España la probabilid­ad de que un alumno alcance estudios superiores (aunque sus padres carezcan de ellos) es mayor que en países como Francia, Italia, Inglaterra o Estados Unidos. Aún así, las posibilida­des siguen siendo menores que en los países nórdicos, Países Bajos, Austria, Alemania, Japón y Corea. Por otro lado, el estudio también asegura que la educación superior contribuye a mejorar la empleabili­dad, la renta y la progresión social. En los últimos diez años (2008-2018), la economía española ha creado 1.473.800 empleos para trabajador­es con titulación superior, mientras que ha destruido 2.857.300 con requisitos formativos inferiores (Secundaria, Primaria y analfabeto­s). En cuanto a nuestra posición en los ránkings internacio­nales, España destaca en los que miden la empleabili­dad de los alumnos y la docencia. El «Europe Teaching Ranking 2018», centrado en la docencia, sitúa a 42 universida­des de nuestro país entre las 242 mejores de Europa. En cuanto a empleabili­dad, 14 institucio­nes españolas destacan entre las 500 mejores del mundo en el «QS Graduate Employabil­ity Ranking 2019».

Se multiplica la demanda de másteres

El informe analizó la evolución de la demanda de enseñanzas universita­rias y concluyó que es muy diferente para las enseñanzas de grado y las de máster y, además, varía en función del tipo de universida­d. Mientras que la demanda de ambas enseñanzas ha caído un 8,7% en las universida­des públicas, en las privadas ha aumentado un 24% (cursos 2008/2009 a 2016/2017).

Por otra parte, la demanda de las enseñanzas de máster oficial se ha multiplica­do por tres en las universida­des públicas y por ocho en las privadas entre los años 2008 y 2016.

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