La muerte de un bebé en Vigo abre el debate sobre los partos en casa
Los padres decidieron no acudir al hospital pese a saber que el niño venía de nalgas
La muerte de un bebé por falta de oxígeno en un parto en casa sin asistencia sanitaria en Vigo ha conmocionado a la profesión médica. El fallecimiento, ocurrido el pasado lunes por la tarde, fue notificado al juzgado por parte del hospital Álvaro Cunqueiro de la ciudad para que lo investigue. Tanto la Sociedad Gallega de Obstetricia y Ginecología como los colegios médicos de la Comunidad alertan de los riesgos que puede entrañar dar a luz en el domicilio, más aún si se hace sin la asistencia de una matrona cualificada.
El bebé fallecido iba a ser el segundo hijo de la pareja viguesa, que ya había tenido al primero en casa. Pero las primeras informaciones apuntan a que esta vez el niño estaba en posición podálica (de nalgas) y no pudo sobrevivir. Según ha trascendido, la familia sabía que era un parto de riesgo e incluso contactaron con matronas que asisten alumbramientos en domicilios. Pero les alertaron de que en esas condiciones no podían ofrecerles sus servicios y debían ir al hospital. Cuando todo se complicó la pareja llamó al 061, pero el bebé, según apuntan a ABC fuentes conocedoras del caso, llegó muerto al centro hospitalario. La madre continúa ingresada sin riesgo para su vida. Los profesionales sanitarios no se encontraron a nadie más que a los progenitores en el domicilio.
«Esto no puede pasar»
«Estas cosas no pueden pasar», lamenta el presidente de la Sociedad Gallega de Obstetricia y Ginecología, Casimiro Obispo. El médico considera peligroso que desde hace algún tiempo existan asociaciones que defienden el parto en casa sin asistencia, cuando es un proceso que puede conllevar riesgos para el bebé y para la madre si existe alguna complicación. «Hay mucho “iluminado” que asegura que lo mejor es que el parto sea en casa o que no hay que poner vacunas y la gente se fía de ellos», critica. José Luis Jiménez, presidente del Consejo Gallego de Médicos, que agrupa a los cuatro colegios provinciales, coincide en el diagnóstico. «Para nosotros es una manifestación más de algo con lo que estamos luchando desde hace tiempo, las pseudociencias y pseudocreencias. Por razones que a veces se nos escapan, la gente tiende a creer en cosas que no tienen ningún sentido y ponen en riesgo la salud», indica.
Marta Bermúdez defiende el parto en casa, pero no lo recomienda sin asistencia de un profesional. Es una de las dos matronas que conforman la empresa Luna de Brigantia en Vigo, que asiste a entre 15 y 20 mujeres cada año que deciden dar a luz sin acudir al hospital. «Solo atendemos embarazos de bajo riesgo y tiene que haber un seguimiento médico. Si aparece cualquier complicación antes o durante el parto hay que trasladar a la mujer al hospital», subraya. En Luna de Brigantia sólo ofrecen sus servicios en domicilios que se encuentren a menos de media hora de un centro hospitalario.
Bermúdez explica que existe una corriente en alza en países como Reino Unido que defiende el parto sin asistencia pero no tiene constancia de que tenga muchos adeptos en España. Sus servicios durante el embarazo y el parto cuestan unos 1.900 euros. Muchas mujeres, afirma, optan por esta posibilidad debido a una mala experiencia hospitalaria en otros partos. La deshumanización y la excesiva medicalización en un proceso natural son algunos de los argumentos que manejan los defensores del parto en el domicilio. «Es todo mentira», afirma Casimiro Obispo, quien defiende que actualmente los hospitales realizan partos naturales.
El caso está en los juzgados vigueses, que ayer no habían abierto diligencias. La ginecóloga Carmen Varillas explica que la legislación no obliga a las madres a acudir a un hospital y sólo podría imputárseles un delito si tras dar a luz a un niño no hubiesen requerido ayuda al percibir algún problema.