«Comer menos carne de vacuno mitiga el cambio climático»
Gernot Laganda Director de Riesgos del Programa de Alimentos de la ONU
Entre paneles sobre calentamiento global, reducción de emisiones y reuniones ministeriales, la alimentación se ha abierto hueco con un pabellón en la Cumbre del Clima de Katowice (Polonia). El tema lo mencionan activistas que llaman a cambiar la dieta, o presidentes, como Hilda Heine de las islas Marshall, que ven en la desaparición de los corales el fin de la pesca. Para Gernot Laganda, director del Área de Riesgos de cambio climático del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, el problema radica en que, o se evita que el calentamiento global alcance los 2ºC o «no seremos capaces de alimentar a toda la gente que estará en problemas».
—¿La alimentación es la gran olvidada al hablar de cambio climático?
—Hace 10 años, el cambio climático era tratado como un problema medioambiental. Ahora nos hemos dado cuenta de que es un problema de infraestructuras, de recursos naturales, de seguridad alimentaria, incluso un asunto humanitario. Porque cuando el cambio climático golpea, el Gobierno de España, Alemania o Reino Unido tienen que destinar recursos. Pero con un calentamiento de 2º, tendremos unos desastres humanitarios con los que no importa cuánta ayuda humanitaria destines, no seremos capaces de alimentar a toda la gente en problemas.
—¿Cuál es el impacto hoy del cambio climático en el sistema alimentario?
—La producción agrícola sufre más estrés y hace que los cultivos crezcan menos. Estamos perdiendo terreno en donde cultivar, especialmente en la línea de costa y tenemos también los eventos climáticos extremos.
—¿Y en cifras?
—Es muy difícil de decir. Sabemos que el coste humanitario de las personas que estuvieron en riesgo por eventos extremos fue de 2.300 millones de dólares en la última década, pero no es la única cifra. Hay daños colaterales.
—¿Cómo va cambiar nuestra alimentación?
—Desafortunadamente, el cambio climático no cambia nuestra forma de comer, porque si nos diéramos cuenta de lo que significa, cambiaríamos inmediatamente. Es la economía de los países la que determina cómo comemos, cuanto más rico se vuelve, más carne come. Pero si usas el cambio climático como guía de alimentación, lo que tendría que decir es: «Come menos carne de vacuno». Es uno de los cambios que deberían producirse, pero no está ocurriendo. Se puede comer pescado, aves de corral, cada tipo de carne tiene una huella ambiental diferente. Pero creo que comer menos carne de vacuno es una estrategia de mitigación contra el cambio climático.