Así es Sociedad Compromiso de Viña Pomal en las distancias cortas
Viña Pomal y cien de los mejores chefs de España se alían para defender la gastronomía como una 1losofía de vida
En unos míticos huevos estrellados. En un escabeche de foie con mango encurtido y piel de picantón crujiente. En unas carrilleras de ternera glaseadas al PX o en una copa con un vino que sabe a Haro, a La Rioja Alta y a la tradición centenaria labrada entre viñedos. Cuatro alternativas, un mismo placer e idéntica pasión: hacer de la gastronomía una 6losofía de vida que de6enda la importancia del buen comer y del buen beber.
Eso es Sociedad Compromiso, una iniciativa de Viña Pomal junto a cien de los mejores restauradores de todo el país, desde los más tradicionales a los más vanguardistas, como Coque, Arzak, Etxebarri, Víctor Montes o Casa Lucio. Todos unidos por una visión común. “Hay unos valores fundamentales que son el respeto por el origen, la tierra, la tradición y la máxima calidad. Defendemos la idea de que no solo te sientas a comer sino que participas de una experiencia”, explica Alejandro López, enólogo de las legendarias Bodegas Bilbaínas.
Aitor Parte tiene 31 años y es el chef del centenario restaurante bilbaíno Víctor Montes. Una casa que resume a la perfección ese respeto por la tradición desde el que fomentar la innovación. “La cocina es un arte y comer, una felicidad. Un placer. Y el vino es el complemento perfecto de la comida. Yo no me planteo tener una buena comida sin un buen vino”, asegura.
Una década exacta le separa de Mario Sandoval, embajador de Sociedad Compromiso y vanguardista chef de Coque, con dos estrellas Michelin. También lo tiene claro: “Para mí la gastronomía es la armonía entre lo que comes y lo que bebes. Esa magia que nace del compromiso con los productores, los agricultores, con el medio ambiente y la salud, en mi cocina”. El mismo que lleva durante décadas poniendo en práctica Lucio en su histórico restaurante madrileño. Casa Lucio cierra la centena de nombres que forman parte de Sociedad Compromiso de Viña Pomal porque, como explica su hija Carmen, “mi padre ha nacido con la palabra compromiso grabada: con la comida, con el vino, con la familia y con los amigos”. Pura 6losofía de vida gastronómica.