Las elecciones andaluzas y Vox
CARTAS AL DIRECTOR
Elecciones que han cambiado la cara del socialismo y la izquierda en general con Susana a la cabeza que de nuevo esperaban seguir mandando en el «cortijo». El vuelco, que no esperaban, ha roto sus esquemas y suenan campanas de pactos y cambios a favor de la derecha. Una derecha en tres versiones pero con muchos puntos en común, que unos callaban y otros, sin complejos, Vox ha planteado y proclamado el sentir de la mayoría de andaluces y también del resto de españoles. Sánchez no ha tardado en poner sus barbas a remojar, pero más pronto que tarde, también pasará por la «barbería» a pesar de que tienen «mucho que trabajar», a buenas horas, para aguantar en la Moncloa. El doctor «cum fraude» no ha tardado en calificar de extrema derecha a Vox, cuando él es el verdadero y único presidente que ha pactado con la izquierda radical y extrema, Bildu, bolivarianos, chavistas y golpistas de Cataluña. No se puede ser más caradura. Vox, sin complejos repito, ha anunciado la derogación de la ley del aborto, el feminismo, la recuperación de la Educación y la Sanidad para el Estado, y un largo etcétera; todo aquello que la Constitución señala como de «Igualdad» para todos los españoles y que los distintos gobiernos, haciendo dejación del mandato constitucional, se han ido despojando, traspasando competencias que nunca deberían haber sido cedidas, pero «todo por la Patria» para conservar el poder. Esta derecha tripartita no tiene nada de extrema ni de franquismo, sambenito con que la izquierda trata de descalificar a la derecha. Lo anunciado por Vox, repito, es el sentir de la inmensa mayoría de españoles, que ni son de extrema derecha ni han conocido a Franco. Que por cierto, está a punto de ganar su última batalla al nuevo Frente Popular, Sánchez y aliados, después de 43 años muerto. Se equivocan de cabo a rabo aquellos que insultan a la derecha, suena el cambio y no lo pueden digerir, están a punto de acabarse el cortijo y los políticos cortijeros. Menos políticos y más gestores e inspectores y rendir cuentas al Gobierno central.