Javier Calle, el «ironman» que enamoró a Alba Díaz
La hija de Manuel Díaz «El Cordobés» bebe los vientos por el empresario marbellí, quien el pasado año se casó con una decoradora sevillana
A Javier Calle sus amigos de Marbella le conocen como «Capitán», en referencia a su empresa de promoción de conciertos. Gracias a The Captain, Marc Anthony desembarcó en la capital de la Costa del Sol y un concierto de David Guetta y Armin van Buuren provocó un monumental atasco en la A-7. La que fuera su esposa hasta hace unas semanas, Coki Prieto Pareja-Obregón, escribió durante una de esas noches triunfales de verano: «¡Dónde manda The Captain no manda marinero! Cañona mi niña bonita Alba Díaz». Nada le hacía presagiar, entonces, que precisamente aquella amiga a la que se refería en sus redes sociales –hija de Manuel Díaz «El Cordobés» y Vicky Martín-Barrocal– sería el desencadenante de su divorcio, apenas un año después de celebrar su boda.
Coki Prieto Pareja-Obregón es una decoradora sevillana, sobrina del músico Manuel Pareja-Obregón. Su hermana Triana está casada con Germán Cabeza de Vaca, hijo adoptivo de la fallecida Soledad Cabeza de Vaca y Leighton, marquesa de Moratalla. A la vuelta de unas vacaciones con Triana y su cuñado en Biarritz, Coki comenzó a tener sospechas del romance entre su marido y Alba Díaz, quien el pasado verano trabajó en una de las discotecas que gestiona el empresario.
El entorno de la decoradora confirma a ABC que «ella sabía que tarde o temprano su ruptura acabaría apareciendo en la prensa». Primero comenzó a escuchar que Calle «tonteaba» con Alba, a quien invitaron a su boda, el 12 de octubre de 2017, en la sevillana Casa de Pilatos, propiedad de los Medinaceli –al enlace también acudieron Felipe de Marichalar y el torero Gonzalo Caballero–. Al final, Calle terminó confesando que estaba con Alba y el divorcio se resolvió el pasado 22 de noviembre. La publicación esta semana de unas fotos deAlba y Javier besándose destapó el idilio y, ante el revuelo de los medios, ayer Coki Prieto Pareja-Obregón rompió su silencio: «Javier ya es un hombre libre y puede hacer lo que quiera».
Gran aficionado al deporte, Javier Calle se prepara para participar en el próximo Ironman de Marbella. También le
Javier Calle está al frente de un grupo de locales nocturnos y de otro de promoción de conciertos
gusta navegar en su propio barco y es amante de la caza y de los toros. Sus allegados le definen como «un chico educado, con un grupo de amistades muy cerrado». «Es una persona a la que no le hace falta el dinero. Un niño bien, muy querido y que tiene mucha influencia en la juventud de Marbella», añaden, al tiempo que señalan que está «agobiado» tras la noticia de su noviazgo con Alba Díaz: «No está acostumbrado a que le persiga la prensa del corazón».
Reservados vips
Después de una temporada trabajando en el sector financiero en EE.UU., hace una década regresó a nuestro país para revolucionar la noche de Marbella: a él se le atribuye los primeros reservados para los vips en sus locales y las bengalas en las botellas. Además de la promotora The Captain, dirige The Group, que agrupa nueve discotecas, entre ellas Funky Buddha y el beach-club Opium.
El grupo empresarial ha reconocido que intenta desprenderse de uno de sus establecimientos. Se trata de Kube, en Puerto Banús. Según ha podido saber ABC, tienen problemas debido a la presencia de personas vinculadas al narcotráfico en sus reservados para fiestas. En esta discoteca, cuatro porteros fueron detenidos el mes pasado tras una pelea con varios clientes. Al día siguiente, la Policía tuvo que desalojar a otro grupo que se negaba a salir del recinto.
Es un borrón en la exitosa vida profesional de Javier Calle, que incluye el alquiler de inmuebles. Entre otros, la vivienda de su familia materna, a razón de 700 euros la noche y situada en La Pera, el mismo lugar donde Julián Muñoz e Isabel
Pantoja compraron Mi Gitana.