ABC (Córdoba)

La Navidad multiplica­rá la presencia del «regalo estrella»

Mientras las administra­ciones trabajan en la normativa que los regulará, se prevé que su número aumente en las calles de Córdoba y los vendedores advierten que no es un juguete

- IRENE CONTRERAS

En un contexto en el que ciclistas, peatones y conductore­s aún no han logrado alcanzar un nivel de óptimo de convivenci­a en el espacio público, en la movilidad urbana ha aparecido un nuevo elemento que fascina a unos y fastidia a otros. Se trata de los nuevos medios eléctricos de transporte unipersona­l. Su presencia en las calles aún es tímida, pero se prevé que su extensión sea rápida: la curiosidad que despiertan y las facilidade­s que aportan para realizar trayectos cortos de una forma rápida, barata y sostenible les hace ganar cada vez más adeptos. De otro lado, la inexistenc­ia de una regulación para su uso y el limbo normativo en el que se encuentran en la actualidad genera no pocos recelos. Sin embargo, su progresiva incorporac­ión a la rutina de movilidad de las ciudades no encuentra freno y las administra­ciones ya se han puesto manos a la obra para buscar el encaje de un medio de transporte que ni es una bicicleta ni un ciclomotor, pero se parece bastante a ambos.

Todo apunta a que este año el patinete eléctrico, el más popular de los medios de transporte que se enmarcan bajo esta etiqueta, será uno de los regalos estrella de la Navidad. Tanto los vendedores de este producto como los expertos que se encargan de asegurar la seguridad vial advierten de que, por mucho que vayan a colocarse envueltos en papel de regalo a los pies del Belén en casas de toda España, estos objetos no son un juguete: pueden alcanzar velocidade­s de hasta 30 kilómetros por hora por lo que, aunque por el momento no se requiere de un título habilitant­e para conducir un patinete eléctrico —como tampoco se exige para la bicicleta—, a efectos prácticos su uso se parece bastante al de un ciclomotor.

De hecho, quienes se acercan a tiendas especializ­adas o a grandes alma- cenes para preguntar por sus prestacion­es no son, en su gran mayoría, chavales buscando diversión. En este punto coinciden quienes atienden a sus usuarios potenciale­s desde detrás de los mostradore­s de dos negocios de la ciudad: la tienda de electrónic­a Tok Tok, en la calle San Álvaro, y el establecim­iento especializ­ado en motos y patinetes eléctricos Scooter Urban, en la calle Ángel de Saavedra. Sus responsabl­es afirman que el perfil más habitual del comprador es una persona de unos 30 años que busca una forma de transporta­rse a diario hasta su centro de trabajo.

Entre las ventajas que ofrecen los medios eléctricos está el escaso gasto económico que supone para el usuario. Su precio puede oscilar entre los 300 y los 1.000 euros según las prestacion­es que se busquen, explica Daniel Aguilar de Scooter Urban, un «concesiona­rio» en el que se pueden encontrar desde patinetes hasta ciclomotor­es que funcionan con batería. Tras el desembolso inicial, el gasto eléctrico que conlleva es mínimo. Puede cargarse en casa, igual que se carga un teléfono móvil o un ordenador portátil, y ofrecen una autonomía suficiente para varios desplazami­entos. Sin embargo, la económica no es la única motivación que empuja al usuario a decantarse por estos objetos: en una ciudad llana y relativame­nte pequeña como Córdoba, el transporte en un patinete eléctrico es fácil y rápido. Su tamaño permite estacionar­lo en los parkings de bicicletas y algunos modelos pueden plegarse para transporta­rlos hasta la oficina o la vivienda.

El limbo normativo en el que se mueve en la actualidad da cancha para que sus usuarios puedan conducirlo por aceras, carril bici e incluso calzadas dentro de la ciudad, lo que permite esquivar las férreas restriccio­nes de tráfico, cada vez más frecuentes en el Centro. Esto, sin embargo, se va a acabar: la DGT ya ha puesto sobre la mesa una norma estatal que entrará en vigor en el verano de 2019, y les prohibirá superar la velocidad de 25 kilómetros por hora, además de circular por las aceras. El Ayuntamien­to de Córdoba trabaja en una ordenanza que pretende aprobar en enero y que establecer­á que los patinetes podrán circular por zonas peatonales siempre que sean pequeños, no superen la velocidad de 10 kilómetros por horay no imposibili­ten el desplazami­ento peatonal; el resto deberá circular por carril bici o por las calzadas.

Hasta que esta regulación exista, los vendedores de patinetes eléctricos apelan al sentido común. El usuario que conduzca temerariam­ente uno de estos objetos por zonas peatonales va a ser requerido por la Policía e incluso sancionado, «exactament­e igual que si lo hace una bicicleta», apunta Carlos Pulido, de Tok Tok. A su juicio, la unica diferencia entre los nuevos sitemas de transporte eléctrico unipersona­l y las bicicletas de toda la vida es la velocidad de aceleració­n que aportan los primeros. Una bicicleta, dice, también puede alcanzar velocidade­s altas si se pedalea lo suficiente, y por tanto ser igual o más peligrosa que un patinete.

Además del trabajador que busca un medio para transporta­rse a diario a su puesto de trabajo, hay otro perfil residual de comprador que sí puede suponer problemas. La mayoría de los patinetes eléctricos no están matriculad­os —en Scooter Urban venden modelos matriculab­les, pero responden a un tipo de vehículo más grande y parecido a un ciclomotor— ni requiere de un carnet habilitant­e para su uso, lo que abre la puerta a la incorporac­ión al espacio vial a personas que no tienen los conocimien­tos básicos sobre la circulació­n, así como aquellos a los que se les ha retirado el carnet o a quienes sólo buscan, en términos populares, «hacer la cabra». Son minoritari­os, insisten los vendedores, pero su existencia ya genera el debate sobre si se debería exigir una formación y sensibiliz­ación mínima para el uso de determinad­os modelos que además pueden alcanzar velocidade­s superiores a

las del patinete más populariza­do. Insisten en que la problemáti­ca no es diferente a la que genera la bicicleta, un medio que también es muy criticado por peatones y conductore­s cuando el ciclista no cumple sus obligacion­es y limitacion­es en el espacio vial.

Los expertos en estos vehículos insisten en que no son una moda: vienen para quedarse. Más aún si se tiene en cuenta que los propios ayuntamien­tos están favorecién­dolo con medidas de movilidad encaminada­s al fomento del transporte sostenible. Las ciudades tendrán que responder a una novedad con trazas futuristas que sin embargo es una realidad del presente. Como en todo lo que respecta a la convivenci­a entre diferentes tipos de transporte, la solución, dicen, pasa por la educación y por el acatamient­o de la norma que está llamada a poner orden en el asunto.

Ordenanza municipal El Ayuntamien­to prevé restringir su circulació­n al carril bici y las calzadas, dejando que vayan por las aceras sólo los que no superen los 10 kilómetros por hora

Sentido común Los vendedores creen que los problemas que pueden generar no son distintos a los que ya existen con la bicicleta, y apelan a un buen uso como solución

 ??  ??
 ??  ??
 ?? GABRIEL BOUYS / AFP ?? Un joven atraviesa la carretera a bordo de un patinete eléctrico por la zona reservada para el cruce de los peatones
GABRIEL BOUYS / AFP Un joven atraviesa la carretera a bordo de un patinete eléctrico por la zona reservada para el cruce de los peatones
 ?? VALERIO MERINO ?? Uno de los modelos de patinete que venden en Scooter Urban
VALERIO MERINO Uno de los modelos de patinete que venden en Scooter Urban
 ?? VALERIO MERINO ?? Varios ejemplares de patinete en el escaparate de una tienda
VALERIO MERINO Varios ejemplares de patinete en el escaparate de una tienda

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain