«No es normal que dirija la oposición una expresidenta»
Enrique Linde Exconsejero de Gobernación y exportavoz del PSOE ▶ Curtido en mil batallas internas, este socialista de la vieja guardia analiza la «dura resaca» en su partido
Está ya jubilado, pero para muchos en el PSOE andaluz y especialmente malagueño sigue siendo un referente. Enrique Linde, laminado del Gobierno de Rodríguez de la Borbolla por su filiación guerrista, sabe que sus compañeros en activo van a tener que probar ahora una hiel mucho más amarga. «Recuperarse de los efectos del resultado del 2D va requerir muchos cambios», advierte, además de analizar críticamente la campaña en exceso «confiada» que ha sumido a su partido en una situación que nadie esperaba.
—Del PSOE siempre se pensaba que tenía perfectamente controlada cualquier situación en Andalucía. ¿Cómo no se detectó el descontento que venía larvándose?
—A todos nos ha sorprendido principalmente la abstención. En efecto, puede ser que nos hayamos acartonado un poco. Nos ha faltado la sensibilidad que ha tenido siempre un partido bien implantado territorialmente. Yo recibí alguna voz que alertaba de la posibilidad de un mal resultado. Pero para mí un mal resultado, aunque asumible, eran 40 diputados. Lo ocurrido era absolutamente impensable.
—Ha escrito que en la campaña, mientras PP y Cs atacaban a Sánchez, en el PSOE-A nadie lo defendía. ¿Qué influencia ha tenido la política nacional en la desmovilización de la izquierda? —Todos los líderes de PP y Cs han dedicado su discurso a la situación nacional. Sobre todo a Cataluña. El PSOE ha hecho como si no existiera el problema catalán y eso ha dejado un gran campo de ataque sin respuesta. La política que lleva el Gobierno requería mayor defensa, que no se ha dado. Esa ha sido una de las lagunas de la campaña, pensar que el voto andaluz sólo responde a causas andaluzas. También fue clamorosa la ausencia de líderes del partido. No sólo de Pedro Sánchez, que está muy ocupado.
Errores de campaña «Una gran laguna de la campaña ha sido pensar que el voto andaluz sólo responde a causas andaluzas: eso es un error»
Pero ni Ábalos, ni Lastra, ni Patxi López... No ha sido una estrategia acertada. —¿Ha habido exceso de confianza? —Sin duda. Se daba por descontado que el PSOE ganaba; el interés era quién quedaba segundo. Esa confianza ha tenido dos efectos. Primero, que la gente entiende que no tiene por qué molestarse en ir a votar. Segundo, que la campaña del PSOE y de Susana Díaz no ha entrado en el cuerpo a cuerpo, no ha sido de fajarse, sino sólo de colocar su mensaje como si ya fuera de nuevo presidenta sin tener en cuenta dónde estaba la trifulca. —La falta de integración de sanchistas en las listas, ¿ha tenido efecto? —Yo me he quejado de que no hubiera pedristas en puestos de salida en las listas. Pero hay que relativizar. No digo que no haya afectado, pero en este partido nunca he visto a nadie que escurriera su responsabilidad en una campaña electoral. Aunque se haga a disgusto. —¿Es de los que cree que hay que regenerar al PSOE-A? —El PSOE está bajo el impacto del resultado. Ahora queda el impacto de los efectos del resultado, que es mucho más importante. Un partido que ha estado 36 años imbricado en la institución ahora se queda sin ella. Y va a tener que cambiar de métodos, de formato, de discurso y de actitudes. —¿Y de personas? —Posiblemente, pero no es una prioridad. Hay que lamerse poco las heridas porque vienen unas elecciones municipales. Hay que ver con qué cara y qué empuje vamos a ellas Si no existiese esa urgencia por supuesto que habría que profundizar más en la renovación. —¿Qué opina del enroque de Susana Díaz? ¿Dónde cree que la conduce? —Creo que ni ella lo sabe. El tiempo aconsejará al partido qué hacer. Lo que no veo normal es que quien ha estado de presidente de un gobierno acabe dirigiendo la oposición. A lo mejor Susana se reinventa. Pero el PSOE, y ella, han sido siempre muy dependientes del papel de la institución. Veremos qué recorrido tiene y a dónde llega.