El enésimo coqueteo ficticio con la posesión
El Córdoba llegó a acumular al descanso hasta el 70% y pese a ello tampoco ganó ante el Reus Deportivo
Dominar la posesión es uno de los grandes estigmas del fútbol moderno. Pero en el Córdoba ser el poseedor del esférico no lleva a ningún camino fructuoso para conseguir los tres puntos, al menos, por el momento.
Desde la llegada de Curro Torres, darle mimos al balón parece una característica innegociable de este Córdoba, pero sus frutos siguen siendo bastante pobres hasta el momento en el ataque blanquiverde. Solo tres goles en los últimos cuatro partidos y tres puntos de doce posibles.
Ante el Reus repitió el mismo once y los mismos cambios y, aunque la apuesta de fútbol fue diferente, el resultado fue el mismo, el empate. Por primera vez en mucho tiempo, fueron los mismos once los que se pusieron la blanquiverde desde el inicio. El equipo de Curro Torres ante el Zaragoza buscó hacer un partido largo y aprovechar las ocasiones que tenía a la contra. Sin embargo, el Córdoba, frente al Reus en el día de ayer, tenía la consigna de dominar el encuentro, ahogar arriba al rival y dominar a través de la posesión del balón durante los noventa minutos. Ese objetivo lo cumplió con un 68 por ciento de posesión al final del duelo y un 70 al descanso.
La continuidad expuesta de nombres tiende a ser positiva, generalmente. Sin embargo, el cambio de planteamiento no ayudó. Quizás ha bajado el número de goles encajados, pero el herida sigue. El equipo recibió un gol ante el Reus, ninguno ante el Zaragoza, solo otro más ante el Elche y los dos que recibieron en Lugo en el estreno del técnico.
Que sea dominador del balón ha hecho en el Córdoba no ser un clamor atrás, no conceder tantas y tan claras ocasiones, pero el ataque sigue sin generar lo suficiente. La posesión entendida como una buena defensa sirve, pero como un buen ataque falla.
Repetición
Torres reiteró la posición de falso nueve de Jaime Romero, escoltado en las bandas por Sebas Moyano y De las Cuevas. Y una vez más, los cambios fueron los de Sasa Jovanovic, Andrés Martín y Federico Piovaccari. Lo que es lo mismo: toda la carne en el asador.
Incluso cuando más atacantes acumuló arriba el Córdoba, menos opciones de gol tuvo y más le generaron en el área de Carlos Abad. Porque los cambios llegaron sacrificando a Quim Araujo, que es el mediocentro con más llegada, y a Sebas Moyano, quien suele llegar con frescura arriba por banda.
Hasta el momento, dominar la posesión no ha sido reflejo de sumar de tres en tres. El camino parece el indicado, aunque el tiempo necesario para terminar de culminar las intenciones son muy cortas. Por delante queda un partido en casa ante Las Palmas en el fin del año 2018. Luego llega un parón en el que habrá que ver con qué cromos puede contar el técnico de Ahlen por las posibles salidas y llegadas.
Quizá cuando Aguado y Lara se recuperen de sus lesiones y vuelvan a ganarse la titularidad, esta propuesta por el fútbol más vistoso cobre más sentido, pero, hasta el momento, dominar la posesión no da rédito.