Griezmann rescata al Atlético
▶ El equipo rojiblanco rompe su mala racha visitante ante un gran Valladolid, que cayó tras igualar un 0-2
El Atlético de Madrid tenía la necesidad de dar continuidad a su victoria casera ante el Alavés para mantener el pulso por el liderato de la Liga. En el peor inicio como visitante en la era de Simeone, su equipo llegaba exigido al José Zorrilla, la última salida antes del parón navideño. Una cita con curvas por las dificultades rojiblancas para marcar lejos del Metropolitano y porque el Real Valladolid saltó al césped como el cuarto conjunto menos goleado del campeonato. Los madrileños, con un tanto de Kalinic y un doblete de Griezmann, encontraron la portería, pero tuvieron que sufrir mucho para derrotar a un rival que demostró una fe inquebrantable. Los pucelanos igualaron un 0-2, aunque acabaron sucumbiendo ante un Atlético que volvió a ganar lejos de casa tres meses después.
La vuelta de Filipe permitió a Simeone formar una defensa sin remiendos y devolver a Saúl a la medular. Con el brasileño, lesionado en el segundo acto, el Atlético ganó en capacidad de llegada por la banda izquierda y por esa zona empezó sus aproximaciones. El dominio rojiblanco de la pelota duró cinco minutos porque el Real Valladolid pasó a manejar el partido. La posesión local resultó estéril hasta los últimos minutos del primer acto, cuando disfrutó de dos ocasiones claras. Para entonces, ya iba por detrás del marcador. A los rojiblancos les costó también encontrar vías para generar peligro, aunque tuvo premio en un zarpazo de Kalinic, que celebró su segundo tanto en la Liga. Marcó ante el Alavés y repitió ayer. Simeone buscó el gol en Zorrilla juntando a Griezmann con Kalinic, pareja que tardó en mezclar. Cuando conectaron, el resultado fue letal porque el croata, con un tiro cruzado, mandó a la red la asistencia del francés. Un jarro de agua fría para los pucelanos, que ayer ofrecieron una excelente imagen.
El Real Valladolid lo había intentado hasta entonces probando con centros laterales y balones colgados al área, pero Jan Oblak y sus centrales estuvieron seguros hasta el descanso. Con el 0-1, los de Sergio González dieron un paso al frente y en dos internadas seguidas de Nacho por la izquierda acariciaron el empate. Óscar Plano, con un remate por encima del larguero, y Unal, solo dos minutos después con otro junto al palo, pusieron el nudo en la garganta de Simeone.
Doblete del francés
Cuando más apretaba el José Zorrilla, el VAR apagó los ánimos justo antes del descanso. En el último minuto, Masip se lució para sacar un disparo de Griezmann desde la frontal, un jugada que continuó con una contra pucelana interrumpida por Undiano ante la sorpresa de la hinchada local. El árbitro no lo vio, pero Kiko Olivas tocó con el brazo antes de la magnífica parada de su guardameta. Advertido por el VAR, el navarro señaló el penalti que no había detectado en vivo y el propio delantero francés aprovechó la oportunidad para ampliar la ventaja del Atlético. Su bailecito en la celebración del 0-2 aumentó el enfado de la parroquia local.
El Real Valladolid, ni mucho menos, acusó el golpe y en la reanudación obligó a los rojiblancos a parapetarse en su área. El colombiano Arias sufrió muchísimo por la derecha y Oblak tuvo que agigantar su figura en un cabezazo de Unal y en un despeje envenenado de Savic. El guardameta no pudo con todo. La insistencia de los pucelanos, que forzaron varios saques de esquina, tuvo éxito en un testarazo de Calero que resultó insalvable para el esloveno.
Crecidos, los pucelanos volvieron a sorprender en otro córner a un Atlético que flaqueó por alto. Un cabezazo de Unal acabó en la red de Oblak después de que Saúl desviara la pelota. Estallido de júbilo en el José Zorrilla y decepción para un rival obligado a la victoria. Con sufrimiento, el Atlético rompió su mala gracias al acierto de Griezmann al resolver un barullo en el área a falta de diez minutos. La angustia, sin embargo, no acabó para los rojiblancos con ese gol. El Real Valladolid volvió a la carga y un centro por la izquierda provocó la histeria colectiva porque el VAR detuvo el duelo en la recta final. Arias tocó el balón con el brazo aunque la revisión de imágenes no acabó en penalti y los madrileños terminaron celebrando el triunfo ante un rival que mereció más.
Protagonismo del VAR Undiano señaló penalti a favor de los rojiblancos antes del descanso tras la revisión de las imágenes, pero no consideró otro a favor de los locales en la recta final