La caída de «Las Guerreras»
Nerea Pena, puntal de los éxitos de la selección femenina de balonmano, analiza el «bofetón de realidad» en el Europeo
Con la misma fuerza y seguridad con la que lanza el brazo para marcar gol, Nerea Pena grita que no se rendirá. Se levantará más fuerte de este tropiezo que ha supuesto el Europeo de Francia. La selección quedó duodécima después de sumar cinco derrotas en seis encuentros. Un pobre bagaje para un equipo que atrapó el bronce en el Mundial de Brasil 2011 y los Juegos de Londres 2012, y la plata en el Europeo de Croacia y Hungría 2014.
Directa como un lanzamiento, Pena analiza para ABC las causas de este agrio torneo para España. «No hemos estado a la altura. Podíamos haber hecho muchísimo más. Hemos cometido errores importantes y tenemos que aprender. Nos queda muuuucho por mejorar», dispara. Pero, como deportista, es consciente de que para valorar un éxito hay que pasar por el fracaso. «Sabíamos que esto podía pasar. El equipo es prácticamente nuevo y no iba a ser un camino de rosas como lo que hemos estado viviendo antes. Ahora nos ha tocado sufrir la cara negativa del deporte. Pero de este tipo de tropiezos se aprende mucho más».
Pena fue, junto a Silvia Navarro, Lara González y Carmen Martín, la que llevó a sus espaldas el peso de la experiencia frente a muchas caras nuevas que debutaban en un torneo de esta envergadura: «Lo bueno es que el ambiente del equipo es perfecto, porque nos apoyamos mucho las unas en las otras. Pero el bofetón de realidad es duro y hemos comprendido que cuando no estás al cien por cien, o más, las cosas no salen. En algunos partidos hemos estado, pero solo una parte. En otros hemos estado fuera completamente por momentos».
Tiempo para remontar
Lo achaca a la inexperiencia del grupo en general. «Llevamos poco entrenando juntas y adaptarse rápido es difícil. Había cinco o seis chicas que no han estado nunca en un Europeo. Todas han querido, y estado, al cien por cien, pero no hemos tenido un partido completo. Todo es adaptación». Y tiempo, la solución que observan tanto ella como Carlos Viver, el seleccionador: «Hay que poner las expectativas del equipo en su justo punto. El equipo tiene que creer con calma y no con más prisa. No puedes controlar las expectativas del aficionado, pero creo que la gente entiende que hay jugadoras jóvenes, con mucho margen de mejora y que necesitamos algo más de tiempo», comenta Viver.
A partir de ahora, con la perspectiva y los análisis, la selección entra en una nueva etapa, con un claro objetivo: los Juegos de Tokio 2020. «Es en lo que tenemos que pensar. Este Europeo era muy importante porque podíamos clasificarnos para el preolímpico y no lo hemos conseguido. No podemos lamentarnos cinco meses de lo mal que lo hemos hecho. Tenemos que recomponernos lo más rápido posible para que no se nos vaya ni una oportunidad más. La siguiente es el Mundial. Quiero volver a unos Juegos».
En la parte positiva subraya la actitud del equipo, las ganas de las jóvenes, su calidad individual y el nivel demostrado en encuentros como ante Croacia, Países Bajos o Noruega. «Hay que explotar ese nivel que hay y ser constantes. Sabemos que con un bajón nos quedamos fuera. Por eso el grupo tiene que estar unido, ir todas juntas porque individualmente nadie es nadie. Tenemos ganado el punto de la actitud, eso seguro». «Todas, veteranas y debutantes, han dado la cara en algunos partidos, rindiendo a un nivel en el que podíamos habernos llevado la victoria. Es una lástima que al final nos vayamos con este rédito porque, para mí, ha habido más competición de la que parece», añade Viver. Ambos tienen muy clara una cosa: España volverá a dar alegrías. «El equipo dará de nuevo la cara en todo lo que venga a partir de ahora», señala el seleccionador. «Esto no volverá a pasar. ¡No me rendiré!», promete Pena.