Apto para todos
Reencuentro 500 años después. Así reza en su frontal una botella de 500 ml muy bien vestida y aderezada de inspiración sefardí para adentrarnos, con gran respeto, en un vino muy peculiar con certificación kosher, elaborado por la bodega Hijos Manuel del Pino SL en Montalbán. Por hacerlo simple, kosher es un término hebreo que significa «puro», «apto». Para que un vino pueda obtener dicho sello, necesario para que la comunidad judía pueda consumirlo, toda la elaboración debe estar supervisada por un rabino, siguiendo un estricto protocolo desde la cepa y su cultivo, fermentación, clarificación… hasta el embotellado, asegurando que todo cumple con la legislación, tradición y costumbres judías. En esta bodega cordobesa, la de mayor producción de PX de la zona, se elaboraron tres tipos distintos de vinos kosher con la cosecha 2017: un dulce, un seco y un abocado, combinación de los dos primeros y centro de la cata del presente artículo.
En fase visual es límpido, brillante, de color oro viejo ambarino, y muy perezoso en su movimiento en copa, debido al azúcar residual que aporta el vino dulce en la combinación. En fase olfativa, la intensidad es media, con una nariz compleja y diferente a otros vinos abocados ya que carecen de alcohol añadido, y por tanto los 15,5 % vol. no aportan agresividad, dejando que los aromas aportados por la fermentación de uva PX pasificada (aroma a melocotón, albaricoque, miel) superen a los aportados en la fermentación de uva PX fresca (hinojo, manzana,…). Muy presente el aroma a levadura.
En boca, de entrada suave, aterciopelada. Fresco paso por lengua y un diferente y peculiar amargor persistente con retronasal a piel de avellana, y fruta escarchada.
El que un vino sea kosher no significa que sea bueno, malo o regular, pero sí que garantiza una limpieza, trazabilidad y calidad en su elaboración, por ello son vinos con buena aceptación sea cual sea la religión profesada. Con lo que no me atrevo es con el maridaje, que cada cual combine con lo que su cuerpo o condición religiosa le permita, eso sí, que busque equilibrar la potencia gustativa y aromática que el vino nos ofrece a una temperatura de 7 ºC. ¡Salud!
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