PP y Cs pactan en Castilla y León y rozan el acuerdo en Murcia
▶ Coalición Canaria ofrece al PP un gobierno conjunto en las islas
El PP y Ciudadanos alcanzaron ayer un principio de acuerdo para gobernar juntos Castilla y León que implicará poner la Presidencia de la Junta en manos del candidato popular, Alfonso Fernández Mañueco, pero también el reparto de varios gobiernos municipales, incluido el de alguna capital de provincia –se ha especulado ampliamente con las de Burgos y Palencia– , y de diputaciones que irán para Ciudadanos.
El acercamiento se ha producido después de que Ciudadanos pidiera tener en el Ejecutivo una presencia proporcional al peso de sus 12 procuradores, imprescindibles para que el PP, con sus 29 escaños, pueda seguir en el poder. Fuentes del PP y de Ciudadanos confirmaron este principio de acuerdo, que llega después de varios días de conversaciones entre ambos partidos y que tendrá que concretarse en los próximos días.
En cuanto a Murcia, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, dijo este miércoles que esa región está «más cerca un gobierno de la libertad» tras el acuerdo que su formación ha cerrado con Cs y Vox para que el centro-derecha controle la Asamblea regional.
Indicó que el presidente en funciones, Fernando López Miras, está en conversaciones con Cs en Murcia para «conseguir armar un programa y una estructura» que le permita llegar a un acuerdo para gobernar en esta región, conversaciones que no habían dado resultado al cierre de esta edición.
Canarias, con CC
Por su parte, el alcalde de Murcia en funciones, José Ballesta, reconoció ese diálogo «fluido» y «sincero» con Ciudadanos, «que está llegando a importantes avances» para la constitución este sábado del Ayuntamiento. Añadió que así lo han plasmado en un documento, que recoge una serie de «puntos programáticos y de gobernabilidad» sobre el que hay posibilidades de llegar a un acuerdo. «Primero son los programas y después todos lo demás», concluyó.
Coalición Canaria (CC) ha ofrecido al líder del PP en las islas, Asier Antona, presidir el futuro Gobierno de Canarias, así como gestionar buena parte de sus consejerías, si acepta compartir el ejecutivo con los nacionalistas. Ese pacto entre CC y el Partido Popular, adelantado por ABC el pasado 31 de mayo, necesitaría, no obstante, del concurso de una o dos fuerzas políticas más, ya que sus grupos solo suman 31 de los 70 diputados del nuevo Parlamento canario, cinco menos de los necesarios para la mayoría absoluta.
En las elecciones autonómicas del 26-M, PP resultó ser la tercera fuerza de Canarias tras CC y PSOE. Los socialistas espantaron el lunes al equipo negociador de Antona –que les había brindado la jefatura del Gobierno canario– y sacaron de su «directorio» el discurso de la izquierda de toda la vida: querían pactar con Nueva Canarias (izquierda soberanista) y los neochavistas de Podemos. Ahora se quedan sin presidencia autonómica y una red de cabildos y ayuntamientos clave en las islas que ofreció el PP.
De hecho, como contrapartida, los nacionalistas exigen al PP que se replantee sus últimos acuerdos con el PSOE, como los que han cerrado en Lanzarote (Cabildo y Ayuntamiento de Arrecife) o el que estaban a punto de sellar en La Palma (Cabildo y Ayuntamiento de Santa Cruz), que relegaban a CC a la oposición en todas esas instituciones, y que ofrezcan estabilidad en otras importantes corporaciones, como el Cabildo de Tenerife y el consistorio de la capital de esa isla.
Para ejecutar esta operación de trigonometría parlamentaria, PP y Cs han unido sus fuerzas. Cs no apoyaba a Fernando Clavijo a la reelección porque está imputado tras una denuncia de cuando era alcalde de La Laguna (Tenerife). Y la gestión institucional del candidato del PSOE, Ángel Víctor Torres, está siendo investigada.
Es la primera vez desde 1993 que un partido de corte nacional preside la región. CC, surgida de exdirigentes canarios UCD, CDS y de escombros del PCE, ha optado por mantener poder autonómico, cabildos y gobiernos locales antes que mandar.