España, víctima de sus propios errores
▶ La selección dio la cara ante Alemania, pero le condenó un fallo en defensa y la falta de gol
Si algo está demostrando España en tierras galas es su madurez futbolística. Y esta derrota contra Alemania (10) recuerda que el nivel es muy exigente, pero que, ahora sí, la victoria está al alcance de la mano. Tan solo un gol frustró el sueño de certificar el pase a octavos de final en su segundo mundial, pero todavía hay esperanzas.
La selección empezó con fuerza. Posición, presión y pasión, fieles a su juego para hacer frente a las filas teutonas. Dos amagos en solitario de Nahikari García en los primeros quince minutos del partido apuntalaron el ataque de las españolas, que dominaron la primera parte del encuentro. La afición enloqueció con un engaño de Alexia Putellas, Mariona Caldentey y Nahikari a las alemanas, tercera oportunidad que no acabó en gol.
Alemania tardó en despertar. Las de Martina Voss-Tecklenburg asustaron por primera vez con un tiro a puerta de Giulia Gwinn, que paró fácil Sandra Paños. Desvió la guardameta un segundo lance peligroso de Svenja Huth. Se despejó el cielo y, como si el clima estuviera de parte de las germanas, los contraataques del tridente alemán se sucedieron. Hasta que llegó el gol. Paños
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ALEMANIA
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ESPAÑA frenó el tiro de la capitana Alexandra Popp y fue Sara Däbritz quien recogió el rebote y marcó el primer y único tanto del encuentro ante la falta de contundencia de Torrejón a la hora de despejar el peligro.
A pesar del gol, las españolas no bajaron el ritmo. Afrontaron el segundo tiempo como el primero, buscaron oportunidades y estuvieron cerca con un primer córner. De nuevo, las alemanas tuvieron que esforzarse para atravesar las filas rojas. Paños estuvo espléndida y recogió sin esfuerzo un cabezazo directo a sus manos de Popp, justo antes de que el árbitro pitara fuera de juego. El VAR tuvo su protagonismo (en el que es el primer torneo femenino con videoarbitraje), pues el colegiado pitó tres fueras de juego consecutivos (dos a las españolas) tarde, provocando las quejas de la afición. La barrera defensiva estuvo en los rápidos pies de Mapi León, al centro de la zaga, y la veterana Irene Paredes, de las mejores centrales del mundo. Cambió de planteamiento Jorge Vilda sustituyendo a Mariona por Lucía García y la benjamina fue una pesadilla para Alemania. Hermoso también deleitó con su talento y asustó al rival en varias ocasiones.
Las españolas nunca han vencido a Alemania, que salía con la seguridad de ser una de las favoritas (ocho victorias europeas y una mundial). Eso sí, la selección tenía el aliento de la grada con el grito de «Espagne, Espagne». No obstante, como en las cuatro ocasiones en las que se han visto las caras –la última, un empate amistoso (0-0) en noviembre–, las españolas no han podido cambiar su suerte. Fueron fieles a su estilo y apostaron por morder y marcar, pero lo segundo no llegó.
Sea como fuere, las de Vilda desplegaron el juego que faltó en el encuentro contra Sudáfrica. Y la grada aplaudió sus esfuerzos, con 20.761 aficionados que caldearon el ambiente del plateado Stade de Hainaut.